El Tribunal Supremo alemán confirmó este jueves la condena a cadena perpetua contra Beate Zschäpe, única superviviente del trío terrorista neonazi Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) que asesinó a nueve inmigrantes y una policía entre 2000 y 2007.
El Supremo eliminó una única pena, “pero la condena a cadena perpetua y la particular culpabilidad no se ven afectadas por ello”, precisa un comunicado del tribunal, que confirmó asimismo las condenas a diez y tres años de prisión, respectivamente, contra otros dos de los acusados.
Según el Supremo, “no existen errores jurídicos en relación con la apreciación de las evidencias”.
Tras un macroproceso de cinco años y medio y más de 400 sesiones, la Audiencia Territorial de Múnich condenó en julio de 2018 a cadena perpetua a Zschäpe por los diez asesinatos atribuidos a la NSU, a pesar de que fueron cometidos por sus dos compañeros, Uwe Mundlos y Uwe Böhnhardt.
Mundlos y Böhnhardt se suicidaron en 2011 en una furgoneta al verse acorralados por la policía tras cometer un atraco fallido, momento en el que salió a la luz la existencia de la célula terrorista.
Zschäpe se entregó dos días después de hacer saltar por los aires la casa que compartía con Bönhardt y Mundlos en Zwickau (este del país), donde la policía se incautó de abundantes pruebas inculpatorias.
El tribunal de Múnich condenó asimismo a diez años de prisión por complicidad en asesinato a Ralf Wohlleben por haber suministrado a la NSU el arma Ceska utilizada para atentar contra los nueve inmigrantes -ocho turcos y un griego- y a Holger G. a tres años de cárcel por apoyo a una organización terrorista, a la que facilitó documentación falsa.
Los cinco años y medio de juicio estuvieron marcados por las interrupciones, el rechazo mutuo entre la principal acusada y sus defensores de oficio y la aparición de una víctima falsa.
La cadena de flagrantes errores que permitió a la célula actuar durante trece años con total impunidad a pesar de no ser absolutos desconocidos para la policía y la destrucción deliberada de actas policiales relacionadas con el grupo ya con Zschäpe en la cárcel llevaron a varias dimisiones y a una reestructuración en los servicios de inteligencia.
Durante todos estos años, los cuerpos de seguridad no investigaron nunca una posible trama neonazi y atribuyeron los asesinatos a ajustes de cuentas entre inmigrantes.
La Fiscalía estima que entre 1998 y 2011 la NSU llevaron a cabo diez asesinatos, tres atentados con bomba que dejaron 32 heridos y quince atracos a bancos para financiarse.
(Con información de EFE)
SEGUIR LEYENDO: