Una periodista y presentadora de televisión denunció este miércoles que los talibanes le impidieron el ingreso a su trabajo, sin una razón aparente más que ser mujer en medio del nuevo régimen instalado en Afganistán.
Shabnam Dawran divulgó en sus redes sociales un video en el que aparece con el cabello cubierto y una credencial prendida en su ropa, y contó lo que vivió cuando llegó a la sede de la Radio y Televisión Nacional Afgana (RTA).
“A pesar de usar un hijab y portar correctamente mi identificación, los talibanes me dijeron ‘el régimen cambió, vete a tu casa’”, relató.
Según las imágenes de su cuenta de Twitter, Dawran venía trabajando con normalidad en RTA hasta la semana pasada, cuando los talibanes ya habían tomado algunas capitales provinciales. Tras la toma de Kabul, no pudo retomar sus labores.
En el video, la periodista, que también trabaja para TOLONews, solicitó ayuda de la comunidad internacional.
La situación vivida por Dawran apaga las pequeñas esperanzas que surgieron en la víspera, cuando el vocero talibán dijo en conferencia de prensa que las mujeres podrían continuar trabajando, aunque aclaró que ello ocurriría “siempre que se cumpla la ley islámica”, sin ofrecer más detalles sobre su interpretación.
Además, Suhail Shaheen, un portavoz del movimiento talibán en Doha, dijo a la cadena británica Sky News que las mujeres no estarán obligadas a usar obligatoriamente burka, un velo que cubre cuerpo y rostro y solo deja una rejilla a la altura de los ojos, y que había “diferentes tipos” de velo.
Los talibanes prometieron obrar en favor de la reconciliación de Afganistán, no vengarse de sus opositores y respetar los derechos de las mujeres, pero los países occidentales advirtieron este miércoles que los juzgarán “por sus actos y no por sus palabras”.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos dijeron a su vez que están “profundamente preocupados” por la situación de las mujeres en Afganistán e instaron a los talibanes a evitar “discriminaciones y abusos” y a garantizar sus derechos, en un comunicado firmado además por otros 18 países, entre ellos Brasil, Guatemala, Australia, Suiza y Canadá. “Pedimos a quienes ostentan el poder y a todas las autoridades afganas que garanticen su protección. Las mujeres afganas, como todos los afganos, merecen vivir con seguridad y dignidad. Las discriminaciones y abusos deben evitarse”, insiste esta declaración.
Cuando los talibanes ostentaron el poder entre 1996 y 2001, las mujeres no podían salir de casa sin un acompañante masculino. Tampoco podían trabajar y las niñas no iban a la escuela. Quienes eran acusadas de adulterio eran azotadas y lapidadas hasta la muerte.
(Con información de AFP)
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