Los talibanes aseguraron este viernes que capturaron Kandahar, Lashkargah y Firozkoh tres de las ciudades más importantes de Afganistán, con lo que se elevó a 15 las capitales regionales caídas durante la última semana.
“Kandahar, la segunda ciudad más grande del país, también ha sido conquistada”, celebró en Twitter el portavoz talibán, Qari Yusuf Ahmadi, quién indicó que durante la noche lograron tomar las sedes del gobernador y la Policía y otro puntos importantes de la ciudad.
El portavoz explicó además que “muchos soldados se rindieron y el resto huyó”, y que lograron incautarse de un gran número de armas, vehículos y munición.
En Kandahar, las fuerzas de seguridad “se retiraron de la ciudad, la casa del gobernador, la jefatura de Policía y otras instituciones están en manos de los talibanes”, aseguró a Efe la diputada Malalai Ishaqzai, confirmando la reivindicación insurgente.
Pocas horas después, se confirmó que los terroristas también habían usurpado el poder en las ciudades de Lashkargah y Firozkoh, siendo esta última la tercera capital regional en caer desde anoche.
La ciudad de Kandahar, y varias localidades vecinas, estuvieron bajo fuertes enfrentamientos durante las últimas semanas, con las tropas afganas resistiendo a los ataques de los talibanes.
Pese a la retirada de las tropas internacionales, la Fuerza Aérea de Estados Unidos dirigió varias operaciones aéreas para ayudar a las fuerzas afganas a hacer retroceder a los insurgentes en Kandahar.
Durante la última semana, las fuerzas afganas y los talibanes han mantenido fuertes choques en más de una decena de las 34 provincias del país.
Los talibanes instaron “al enemigo a poner fin a la resistencia inútil lo antes posible en las provincias restantes”, para que así pueda establecer un sistema afgano puro, islámico, sólido e inclusivo en el país, indicaron los insurgentes en un comunicado.
La fuerzas afganas y el Gobierno viven un momento crítico con los talibanes, que controlan o disputan cerca de la mitad del territorio, algo que complica la búsqueda de una salida dialogada al conflicto, mientras Kabul ha ofrecido compartir el poder a cambio de un alto el fuego.
El deterioro de la situación de seguridad del país se profundizó en los últimos tres meses con el inicio de la fase final de la retirada de las tropas de EEUU y de la OTAN, y el estancamiento de las infructuosas negociaciones de paz intraafganas.
NO SERÁN RECONOCIDOS
El Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, advirtió que si los talibanes “toman el poder por la fuerza y restablecen un emirato islámico, no serán reconocidos (como una autoridad legítima), sufrirán el aislamiento, la falta de apoyo internacional y la perspectiva de un conflicto continuo y una inestabilidad prolongada en Afganistán”.
“La UE pretende mantener su colaboración y apoyo al pueblo afgano. Sin embargo, este apoyo estará condicionado a un acuerdo pacífico e inclusivo y al respeto de los derechos fundamentales para todos los afganos, incluidas mujeres, jóvenes y minorías”, dijo Borrell.
El líder diplomático comunitario insistió en que es indispensable “que los significativos avances de mujeres y chicas en las últimas dos décadas sean preservados, incluidos aquellos relacionados con el acceso a la educación”. El comunicado pidió además “el cese inmediato de la violencia”.
RETIRO DEFINITIVO
Las tropas internacionales completarán su salida de Afganistán a finales de este mes, 20 años después del inicio de su intervención para expulsar a los talibanes del poder, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Los responsables norteamericanos no ocultaron en los últimos días su frustración ante la debilidad que muestra el ejército afgano, que Estados Unidos forma, financia y equipa desde hace años.
El ex presidente Donald Trump, cuya administración negoció en 2020 el acuerdo de retirada con los talibanes, culpó a su sucesor Joe Biden del “inaceptable” auge de los insurgentes.
Por su parte, el Departamento de Estado norteamericano aseguró que Estados Unidos está trabajando para forjar un consenso internacional detrás de la necesidad de un acuerdo de paz. Los talibanes han capturado distritos limítrofes con Tayikistán, Uzbekistán, Irán, Pakistán y China, aumentando las preocupaciones de seguridad regional.
Mientras tanto, los enviados de Estados Unidos, China, Rusia y otros países se reunieron en Doha con los talibanes y los negociadores del gobierno afgano en un intento por romper un estancamiento de meses en las conversaciones de paz.
(Con información de EFE)
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