La Organización Mundial de la Salud (OMS) difundió hoy un comunicado en el que insta a China - ya todos los países- a respaldar el intercambio de datos brutos sobre los primeros casos de coronavirus para poder hacer frente, a través del aprendizaje de esta pandemia, a crisis sanitarias de origen zoonótico en el futuro.
“Específicamente, para abordar la ‘hipótesis de laboratorio’, es importante tener acceso a todos los datos y considerar las mejores prácticas científicas y observar los mecanismos que la OMS ya tiene implementados”, dijo la agencia de salud de la ONU, agregando que China había sugerido que la organización estaba actuando bajo presión política sobre el estudio de los orígenes del virus.
Desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, la OMS ha estado trabajando con los Estados Miembros y la comunidad científica para comprender mejor cómo comenzó esta pandemia para que podamos estar mejor preparados para la próxima.
Tras la publicación del informe conjunto OMS-China de los estudios de fase uno sobre los orígenes del virus SARS-CoV-2 en marzo de 2021, la organización ha esbozado la próxima serie de estudios que deben realizarse y continúa en conversaciones con Estados miembros y expertos sobre los próximos pasos.
Para avanzar, la OMS pide a todos los gobiernos que despoliticen la situación y cooperen para acelerar los estudios de orígenes y, lo que es más importante, que trabajen juntos para desarrollar un marco común para futuros patógenos emergentes con potencial pandémico.
La prioridad es que los científicos se basen en la primera fase de los estudios, implementen las recomendaciones descritas en el informe de marzo de 2021 y aceleren los esfuerzos científicos en todas las hipótesis. La búsqueda de los orígenes de cualquier patógeno nuevo es un proceso difícil, que se basa en la ciencia y requiere colaboración, dedicación y tiempo.
“La búsqueda de los orígenes del SARS-CoV-2 no es ni debe ser un ejercicio de atribución de culpa, acusaciones o puntualizaciones políticas. Es de vital importancia saber cómo comenzó la pandemia de COVID-19, para sentar un ejemplo para establecer los orígenes de todos los futuros eventos de desbordamiento animal-humano”, reza el comunicado.
Agrega que los países tienen la responsabilidad colectiva de trabajar juntos con un verdadero espíritu de asociación y de garantizar que los científicos y expertos tengan el espacio que necesitan para encontrar el origen de la peor pandemia en un siglo. Sobre la base de lo que ya se ha aprendido, la próxima serie de estudios incluiría un examen más a fondo de los datos brutos de los primeros casos y los sueros de los primeros casos potenciales en 2019. El acceso a los datos es de vital importancia para mejorar nuestra comprensión de la ciencia y no debería ser politizado de cualquier forma.
La OMS está trabajando con varios países que han informado de la detección del SRAS-CoV-2 en muestras de especímenes biológicos almacenados a partir de 2019. Por ejemplo, en Italia, la OMS facilitó una evaluación independiente por parte de laboratorios internacionales de los resultados de uno de esos estudios, que incluyó la repetición de pruebas a ciegas de muestras de sangre prepandémicas. Compartir datos sin procesar y dar permiso para volver a analizar muestras en laboratorios fuera de Italia refleja la solidaridad científica en su máxima expresión y no es diferente de lo que alentamos a todos los países, incluida China, a apoyar para que podamos avanzar en los estudios de los orígenes de forma rápida y eficaz.
El Grupo Asesor Científico Internacional sobre el Origen de los Nuevos Patógenos, o SAGO, es un nuevo grupo asesor de la OMS que será responsable de asesorar a la OMS sobre el desarrollo de un marco global para estudiar sistemáticamente la aparición de futuros patógenos emergentes con potencial pandémico. Para el SARS-CoV-2 apoyará la rápida realización de los estudios recomendados descritos en el informe de marzo de 2021.
Al emitir una convocatoria abierta de nominaciones para SAGO, la OMS está proporcionando una base transparente para el nuevo grupo asesor científico con el que esperan que se comprometan todos los Estados Miembros. El organismo también espera la continuidad de las misiones anteriores a China para el SARS-CoV-2, así como otras misiones que estudian los orígenes de, por ejemplo, SARS-CoV, MERS-CoV, influenza aviar, Lassa y Ébola.
Esta convocatoria abierta tiene como objetivo asegurar que se identifique una amplia gama de habilidades y conocimientos científicos para asesorar a la OMS sobre los estudios necesarios para identificar los orígenes de cualquier futuro patógeno emergente o reemergente con potencial pandémico.
China y varios otros Estados miembros han escrito a la OMS con respecto a la base para estudios adicionales de la “hipótesis de laboratorio” del SARS-CoV-2. También han sugerido que el estudio de los orígenes se ha politizado o que la OMS ha actuado debido a la presión política.
Al revisar el informe del estudio de fase uno, la OMS dice que determinó que no había evidencia científica suficiente para descartar alguna de las hipótesis. Específicamente, para abordar la “hipótesis del laboratorio”, es importante tener acceso a todos los datos y considerar las mejores prácticas científicas y observar los mecanismos que la OMS ya tiene implementados.
“Analizar y mejorar la seguridad y los protocolos de los laboratorios en todo el mundo, incluida China, es importante para nuestra bioseguridad y seguridad colectivas”, aclararon.
Buscar el origen de un virus nuevo es una tarea científica inmensamente difícil que requiere tiempo. Por eso, el comunicado de la OMS finaliza diciendo que se compromete a seguir la ciencia, y piden a todos los gobiernos que dejen de lado las diferencias y trabajen juntos para proporcionar todos los datos y el acceso necesarios para que la próxima serie de estudios pueda comenzar lo antes posible.
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