China volvió a demostrar que el bienestar de Huawei es también el propio. Y para hacerlo no tuvo mejor idea que insultar al primer ministro canadiense. El régimen conducido por Xi Jinping cuestionó los comentarios de Justin Trudeau al calificarlos como “extremadamente irrazonables, absurdos y arrogantes”, mientras Beijing intensificaba un esfuerzo de última hora para evitar la extradición de una ejecutiva de la empresa paraestatal de tecnología a Estados Unidos.
La Embajada de China en Ottawa expresó su “gran indignación y su más enérgica condena” en un comunicado emitido este jueves en el que protestaba por las críticas de Trudeau a la sentencia de 11 años de prisión del ciudadano canadiense Michael Spavor. El primer ministro había condenado el miércoles el veredicto en el juicio por espionaje de Spavor, con una fuerte carga política, como “absolutamente inaceptable e injusto”.
La sede diplomática también se opuso a las acusaciones de que los procesamientos de Spavor y de su compatriota Michael Kovrig eran detenciones arbitrarias destinadas a presionar a Ottawa para que bloquee la extradición de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou. Beijing considera que el caso es un ataque por motivos políticos contra uno de sus principales emblemas tecnológicos al que pretende imponer como proveedor de redes 5G en todo el planeta. El interés del régimen en ganar licencias en todo el mundo es estratégico y varios gobiernos ya prometieron a sus embajadas someterse a sus deseos.
“No existe en absoluto una ‘detención arbitraria’”, dijo la embajada sobre el caso Spavor. “Por el contrario, la parte canadiense, haciendo caso omiso de la naturaleza política del incidente de Meng Wanzhou y actuando como cómplice de la parte estadounidense, ha detenido a la señora Meng, una ciudadana china inocente que no viola ninguna ley canadiense, durante casi 1.000 días. Esto es una detención arbitraria en todos los sentidos del término”.
Un portavoz de la embajada china en Washington también criticó a Estados Unidos por “hacer comentarios imprudentes e irresponsables” sobre el caso de Spavor en un comunicado el jueves, e instó a las autoridades estadounidenses “a revocar incondicionalmente la extradición de Meng”.
Michael Spavor
Spavor y Kovrig fueron detenidos por la principal agencia de espionaje de China en diciembre de 2018, días después de la detención de Meng en Vancouver, y el gobierno ha avanzado en sus procesos en paralelo a la lucha por la extradición de Meng. El veredicto de Spavor llegó justo cuando la defensa de Meng comenzó un último esfuerzo para evitar que fuera enviada a Estados Unidos para enfrentar cargos de fraude. El momento del veredicto de Kovrig sigue sin estar claro.
Diplomáticos de 25 países, entre ellos Japón, Alemania y el Reino Unido, se reunieron en la embajada de Canadá antes del veredicto de Spavor, en un gesto que, según el embajador Dominic Barton, mostró a Beijing “que todos los ojos del mundo están mirando.” El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, también emitió una declaración en la que denunciaba el uso de detenciones arbitrarias para ejercer presión diplomática.
“Nunca se debe utilizar a la gente como moneda de cambio”, dijo Blinken.
La embajada china desestimó la muestra diplomática de solidaridad con Canadá como un intento de “diplomacia de megáfono” por parte de un “puñado de diplomáticos de países occidentales”. “Esto es totalmente en vano”, advirtió el régimen.
La Unión Europea criticó este miércoles que la condena en China a 11 años de cárcel al ciudadano canadiense Michael Spavor se ha determinado sin respetar su derecho a un juicio y proceso legal justo, incluyendo su derecho a una vista pública, como determina la ley internacional de derechos humanos y también la legislación penal china.
“La UE ha urgido repetidamente a China a cumplir sus obligaciones legales internacionales de garantizar justicia procedimental y proceso debido para el señor Spavor. Su derecho a un juicio justo (...) no se ha respetado”, señaló un portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) en un comunicado.
El Tribunal Popular Intermedio de la ciudad nororiental china de Dandong sentenció a 11 años de prisión al canadiense por “proveer ilegalmente secretos de Estado e información de inteligencia a fuerzas extranjeras”.
A través de un comunicado publicado en su página web, el tribunal anunció su “culpabilidad” y “la confiscación de sus bienes personales hasta la suma de 50.000 yuans (6.600 euros) y a la expulsión”.
(Con información de Bloomberg y agencias).-
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