Investigadores de Corea del Sur han creado un camaleón robot capaz de imitar a su homólogo biológico y cambiar de color en su piel de acuerdo a su entorno, una característica adaptativa que nunca había sido replicada en la robótica.
Con este avance se allana el camino para desarrollar una nueva tecnología de camuflaje artificial.
El robot utiliza sensores de color, que son pequeños calentadores hechos de nanocables de plata y materiales termocrónicos, que cambian de color cuando se exponen a diferentes temperaturas. Con esto el equipo pudo crear múltiples patrones de piel de alta resolución que permitieron al robot hacer la transición entre colores casi instantáneamente.
Las aventuras anteriores en el camuflaje artificial a menudo se han basado en dispositivos de microfluidos, que utilizan canales diminutos para controlar el flujo de fluidos en el interior, pero este proyecto tiene un enfoque completamente eléctrico.
Seung Hwan Ko, profesor de ingeniería térmica en la Universidad Nacional de Seúl y uno de los autores del estudio, dice que la parte más desafiante fue lograr que la transición de color se hiciera a la velocidad de la naturaleza. El uso de calentadores de nanocables, que se calientan muy rápido, ayudó a resolver ese problema: la piel artificial se calentó lo suficientemente rápido como para cambiar de color a una velocidad similar a la del animal real.
“Construir un primer prototipo fue muy lento”, dice Hwan Ko. El primer paso fue determinar si el robot seguiría el modelo de un vertebrado (un animal con columna vertebral) o un invertebrado, como un calamar o un pulpo. Dado que un modelo de invertebrado podría ofrecer más libertad de movimiento, el equipo inicialmente hizo planes para imitar al pulpo, pero Hwan Ko dice que la idea resultó “demasiado ambiciosa”.
Después de jugar con diferentes diseños y estructuras de materiales, el equipo finalmente decidió abordar la forma más simple del camaleón en sí. Al dar forma a los nanocables en patrones simples compuestos de puntos, líneas o formas de escala, pudieron crear el efecto complejo que se muestra en el video de arriba.
Aunque las investigaciones anteriores sobre camuflaje artificial a menudo se han etiquetado para uso militar, Hwan Ko espera que su trabajo tenga un impacto más amplio, particularmente en los campos del transporte, la belleza y la moda. Las aplicaciones futuras podrían incluir automóviles que adapten sus colores para destacar e incluso telas que cambien de color.
“Esta piel de camaleón, la superficie, es básicamente una especie de exhibición”, dice. “Se puede utilizar para una pantalla suave, estirable o flexible”.
Sin embargo, debido a que la tecnología depende de la temperatura, no funciona tan bien en condiciones de frío extremo, lo que puede dificultar que el falso camaleón se dé cuenta del espectro completo de colores.
Ramses Martínez, profesor asistente de la Universidad de Purdue que también estudia la robótica bioinspirada, dice que la traducción de otros sistemas inspirados biológicamente en nuevas tecnologías podría generar más posibilidades, incluidos sistemas que ayuden a localizar a los supervivientes después de un terremoto.
SEGUIR LEYENDO