Hiroshima recordó este viernes la destrucción causada por la bomba atómica hace 76 años en esa ciudad nipona e insistió en su defensa de la paz mundial, aunque esperaba que los Juegos Olímpicos se sumasen al minuto de silencio.
Hiroshima celebró un acto conmemorativo en el Parque de la Paz, donde es habitual un minuto de silencio en memoria de las víctimas, y previamente había solicitado al Comité Olímpico Internacional (COI) que, junto a atletas y comités nacionales actualmente celebrando el evento en Japón, se uniesen al gesto.
La ciudad japonesa y la asociación de “hibakusha” (supervivientes de la bomba) solicitaron formalmente al presidente del COI, Thomas Bach, que se uniese al acto conmemorativo, pero los organizadores de Tokio 2020 afirmaron que el COI no lo llevaría a cabo el 6 de agosto sino durante la ceremonia de cierre de los Juegos el domingo día 8.
Una decisión que no ha caído bien en la ciudad promotora de la paz y que se suma a los sentimientos de rechazo provocados por la polémica visita de Bach el pasado 16 de julio para dar inicio a la tregua olímpica.
Una visita que fue tildada por parte de la ciudadanía de “deshonra” a los supervivientes y “desprecio para la salud y la vida de las personas”, provocando fuerte rechazo en Hiroshima.
El comité organizador de los Juegos fue preguntado en la rueda de prensa de este viernes por qué el COI no ha tenido en cuenta esta petición.
El portavoz de Tokio 2020, Masa Takaya, respondió que “habrá un momento de recuerdo y oración por las vidas perdidas durante la ceremonia de cierre y que el COI tratará de expresar su simpatía de esta manera”.
INSISTENCIA Y RELEVO DEL MENSAJE DE PAZ
La ceremonia conmemorativa en Hiroshima se vio reducida a un 10% de lo habitual en otros años, al igual que en 2020 por la pandemia, limitándose su asistencia a 880 participantes, entre los que destacaron los supervivientes del ataque nuclear y sus descendientes, mandatarios locales y los representantes de 86 naciones y la Unión Europea en Japón.
Después del minuto de silencio a las 8:15, momento exacto en el que Estados Unidos lanzó la bomba nuclear sobre la ciudad el 6 de agosto de 1945, el alcalde Kazumi Matsui, realizó un llamamiento abogando por el fin de las armas nucleares y la paz mundial.
“Nuestro mundo no puede ser sostenible con armas nucleares creadas para la guerra”, afirmó rotundo.
Matsui subrayó la necesidad de contar con más apoyo financiero para los “hibakusha” y víctimas de la bomba atómica o la lluvia negra derivada.
Por último, el representante de una ciudad que se vio reducida a cenizas y donde murieron en el acto casi 140.000 personas, celebró el relevo intergeneracional de paz de la mano de los más jóvenes que “mantendrán y promocionarán el tesoro de la paz en el mundo”.
Minutos antes, dos escolares de Hiroshima, Maria Ito (12) y Takumi Yoshimasa (11), dedicaron a la audiencia unas palabras y reafirmaron su compromiso como herederos de la paz, en un momento actual donde la edad media de los “hibakusha” es de 84 años.
Tras la ceremonia, 440 pájaros sobrevolaron el monumento dedicado a las víctimas de Hiroshima, un número que asciende a 328.902 y que incluye a las fallecidas aquel día y a posteriori por los efectos de la radiación. Tres días más tarde, el nueve de agosto de 1945, otra bomba nuclear fue lanzada en Nagasaki.
(Con información de Efe)
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