Estados Unidos instó el jueves a Irán a volver rápidamente a las conversaciones para reactivar un acuerdo nuclear después de que el nuevo presidente ultraconservador, Ebrahim Raisi, dijera que buscaría una vía diplomática para acabar con las sanciones.
“Instamos a Irán a volver pronto a las negociaciones”, dijo el vocero del Departamento de Estado, Ned Price. “Para nosotros, esta es una prioridad urgente”.
“Si el presidente Raisi es genuino en su determinación de ver el levantamiento de las sanciones, pues eso es precisamente lo que está sobre la mesa en Viena”, agregó, sobre los dichos del flamante presidente.
“Esperamos que Irán aproveche la oportunidad ahora para avanzar en soluciones diplomáticas”, añadió Price.
Ebrahim Raisi anunció este jueves durante su investidura que apoyará cualquier iniciativa para levantar las sanciones occidentales pero advirtió que ni éstas ni las presiones impedirán que Irán defienda sus “derechos legales”.
El nuevo gobernante sustituyó al moderado Hasan Rohani, cuyo principal logro en sus dos períodos de gobierno fue el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y seis potencias occidentales. Pero el país enfrenta una profunda crisis económica y social desde que el expresidente estadounidense Donald Trump retiró unilateralmente al país del acuerdo en 2018 y reimpuso las sanciones.
Ned Price, por su parte, se refirió en su comunicación a los meses de infructuosas conversaciones indirectas en la capital austriaca sobre la reactivación del acuerdo nuclear de 2015, destrozado por el ex presidente Donald Trump.
Irán y las potencias mundiales llevaron adelante seis rondas de conversaciones con las potencias mundiales entre abril y junio en Viena para intentar resucitar el acuerdo nuclear, pero la última tanda de diálogo concluyó el 20 de junio sin una fecha prevista para el siguiente encuentro.
Price reiteró que la administración de Biden, a pesar de las preocupaciones con Irán, consideraba el acuerdo como clave para asegurar “límites permanentes y verificables en el programa nuclear de Irán”.
Price dijo que la propuesta de poner fin a las sanciones radicales a cambio del cumplimiento del acuerdo no duraría “indefinidamente”.
“Para nosotros, esta es una prioridad urgente, conociendo las cuestiones que están en juego”, dijo Price. “Esperamos que los iraníes lo traten con el mismo grado de urgencia”, añadió.
El nuevo presidente, de 60 años, enfrenta además advertencias de parte de Estados Unidos, Reino Unido e Israel por un mortal ataque la semana pasada a un petrolero, del que Teherán niega la autoría.
Irán también se ha visto duramente golpeado por la pandemia de COVID-19, con más de cuatro millones de casos y más de 92.000 muertes.
Las sanciones estadounidenses asfixian a Irán y sus exportaciones petroleras, mientras la economía se contrajo más de 6% en 2018 y 2019.
El gobernante tendrá que “enfrentar múltiples desafíos debido a la gran cantidad de problemas”, apuntó este miércoles el editorial del diario ultraconservador Kayhan, citando la “inflación sin precedentes”, altos costos de la vivienda, la recesión y la corrupción.
(Con información de AFP)
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