El avión que transportaba a la velocista olímpica bielorrusa Krystsina Tsimanóuskaya, que partió de Tokio de forma precipitada por un conflicto con las autoridades deportivas de su país, aterrizó este miércoles en Varsovia, en Polonia, donde le concedieron un visado humanitario pues se teme por su seguridad en Bielorrusia.
El avión de la empresa Austrian Airlines, había hecho una escala en capital austríaca a las 15:00 locales (13:00 GMT), según constató un periodista de la agencia de noticias AFP. Después de una escala de cuatro horas en el aeropuerto de Viena, Tsimanóuskaya tomó un avión de la aerolínea polaca LOT con destino a Varsovia, donde aterrizó a las 18:11, hora GMT, según la información del aeropuerto.
La velocista de 24 años estuvo en la capital austríaca desde poco después de las 13:00 horas (GMT) hasta alrededor de las 17:00 horas, protegida por policías en una pequeña terminal especial fuera del aeropuerto principal.
El viceministro de Exteriores polaco, Marcin Przydacz, informó a través de su cuenta en twitter de que la atleta había llegado “sana y salva”, al tiempo que le ratificaba la solidaridad de Polonia.
La atleta contó el domingo haber escapado a ser repatriada por la fuerza a Bielorrusia, días después de haber criticado a la federación de atletismo de su país en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Según Tsimanóuskaya, la federación bielorrusa quería obligarla en un primer momento a participar en los relevos de 4x400 metros, ante lo que la atleta mostró su indignación ya que solo tenía previsto correr los 100 y los 200 metros.
Temiendo ser encarcelada si regresaba, Tsimanóuskaya obtuvo ayuda del Comité Olímpico Internacional (COI) y protección policial mientras estaba en el aeropuerto de Tokio-Haneda.
El incidente provocó la condena internacional de Bielorrusia, una antigua república soviética gobernada con mano de hierro por el presidente Alexander Lukashenko desde 1994 y cuyo hijo dirige el comité olímpico nacional.
Lukashenko, está acusado de manipular las últimas elecciones presidenciales y de emplear tácticas autoritarias para silenciar a sus opositores. Meses después de las elecciones, más de 1.500 atletas bielorrusos publicaron una carta abierta en la que exigían la convocatoria de nuevas elecciones y el final inmediato de la represión policial contra la oposición.
”Como se ha dejado claro en numerosas ocasiones, debido a razones de seguridad no difundiremos detalles del vuelo”, añadió.
Representantes del exilio bielorruso en Polonia confirmaron que esperan la llegada de la atleta este mismo miércoles, como también la de su esposo, Arseny Zdanevich, procedente de Ucrania.
La información fue confirmada a través de las redes sociales por Pavel Latushka, representante del gobierno oficioso de Bielorrusia en el exilio que ocupó varios cargos en el Ejecutivo de Aleksandr Lukashenko, entre ellos el de embajador de Bielorrusia en España.
Las autoridades polacas, como el exilio bielorruso, buscan la máxima cautela, mientras se recuerda el desvío y aterrizaje forzado en Minsk, en junio pasado, de un avión de Ryanair para detener al periodista opositor Román Protasevich.
Polonia fue el primer país en ofrecerse a recibir a la atleta, mientras que el Comité Olímpico Internacional ha abierto una investigación para esclarecer el caso.
(Con información de AFP y Europa Press)
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