Estados Unidos y Rusia mantuvieron este miércoles una ronda de conversaciones para estabilizar la relación bilateral en Ginebra, con avances “sustanciales”, indicó el Departamento de Estado.
La reunión se llevó a cabo a puertas cerradas y sin medios de comunicación. Comenzó de madrugada y las delegaciones estuvieron encabezadas por la número dos del Departamento de Estado, Wendy Sherman, del lado estadounidense, y por el viceministro de Relaciones Exteriores Serguéi Riabkov, del ruso.
“Las discusiones en Ginebra fueron profesionales y sustanciales y ambas delegaciones acordaron volver a reunirse en sesión plenaria a finales de septiembre”, explicó Ned Price, vocero de la diplomacia estadounidense.
Por su parte, la diplomacia rusa fue aún más escueta y no mencionó que se vaya a celebrar ningún encuentro a finales de septiembre, pero sí que se refirió al “desarrollo ulterior de la cooperación”.
Consultas informales
En cualquier caso, mientras llega el encuentro de septiembre, ambas partes llevarán a cabo consultas informales para determinar “qué asuntos abordarán los grupos de expertos en esa segunda” reunión, indicó Price.
El diálogo estratégico fue inaugurado por el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, el 16 de junio, durante la cumbre que mantuvieron en Ginebra.
“La reunión de hoy es el comienzo de este diálogo con la Federación de Rusia. La delegación estadounidense discutió sobre las prioridades estadounidenses, de la situación actual en términos de seguridad, de la percepción nacional de las amenazas contra la estabilidad estratégica, de las perspectivas en la cuestión del control de los armamentos y del formato de las futuras sesiones del diálogo estratégico”, precisó el portavoz del Departamento de Estado.
“Se mantuvo una discusión detallada sobre la forma en que ambas partes abordan el mantenimiento de la estabilidad estratégica, el control de armamentos y los medios de reducir los riesgos”, señaló de su lado el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
Ambas partes habían rebajado las expectativas antes del encuentro.
En este sentido, Serguéi Riabkov afirmó el martes que, con la reunión, Rusia trataba de determinar si los estadounidenses “son serios en su voluntad de establecer un diálogo centrado y enérgico sobre la estabilidad estratégica”. Y advirtió: “Yo no pondría el listón de las expectativas demasiado alto”.
Tensiones
El encuentro se produjo en un contexto de tensión, ya que Estados Unidos ha amenazado a Rusia con tomar medidas si no pone fin a la ola de ciberataques que, según Washington, provienen en gran parte de su territorio.
Rusia, que niega tener nada que ver con estos ataques, acogió favorablemente los esfuerzos de Biden para que las relaciones sean más previsibles.
El martes, Biden acusó a Rusia de buscar interferir en los comicios de medio mandato de 2022, cuando se elegirán congresistas, gobernadores y otros puestos locales.
“Es una violación pura y simple de nuestra soberanía”, acusó.
El presidente ruso “tiene un verdadero problema, es el jefe de una economía que posee armas nucleares y pozos de petróleo y nada más”. “En mi opinión esto lo hace aún más peligroso”, agregó.
Durante la cumbre del 16 de junio, los dos presidentes, a la cabeza de los mayores arsenales nucleares, insistieron en la necesidad de dialogar porque incluso en los peores momentos de la Guerra Fría Moscú y Washington siguieron en contacto para evitar que la situación degenerara.
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