El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó este martes sus previsiones de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe en 2021 al 5,8 %, una importante mejora con respecto a lo que calculaba en abril, gracias sobre todo a datos positivos en Brasil y México.
En una actualización de su informe de Perspectivas Económicas Globales, el FMI aumenta en 1,2 puntos porcentuales su anterior previsión para la región, mientras que mantiene sin cambios, en el 6 %, el crecimiento para el conjunto del mundo.
La mejoría durante el presente ejercicio va de la mano de unas expectativas muy reforzadas en las dos mayores economías latinoamericanas, Brasil y México, para quienes prevé un crecimiento en 2021 del 5,3 y del 6,3 %, respectivamente.
En abril, cuando había publicado un informe más amplio, el FMI sólo pronosticaba un crecimiento del 3,7 % para Brasil y del 5 % para México.
El fondo aprecia que en ambos países los resultados del primer trimestre fueron mejores de lo esperado, a lo que añade, en el caso de México, el efecto positivo de las mejores perspectivas de Estados Unidos, mientras que en Brasil destaca la mejora de su comercio.
Esa tendencia contrasta con la que el FMI ve en otras economías emergentes como China, la India o Arabia Saudí, donde empeoran las expectativas para este año.
El FMI también revisó ligeramente al alza sus previsiones de crecimiento en Latinoamérica y el Caribe para 2022, con una mejora de una décima, hasta el 3,2 %.
El organismo internacional espera que la economía mexicana salga reforzada el próximo año, con un crecimiento del 4,2 %, 1,2 puntos más de lo que preveía el pasado abril, beneficiada por una recuperación muy vigorosa en el vecino Estados Unidos.
Por el contrario, rebaja en siete décimas su previsión para Brasil en 2022 y espera que el Producto Interior Bruto (PIB) del país gane un 1,9 %.
La revisión publicada hoy por el FMI no ofrece datos desglosados de otros países latinoamericanos.
En general, el informe destaca que la brecha entre los países ricos y los de ingresos medios y bajos se está acrecentando como resultado de las diferencias en la vacunación contra la covid-19 y de las medidas de estímulo que las economías más potentes están desplegando.
Con información de EFE