Gran parte de la comunidad internacional se expresó este lunes sobre la crisis constitucional abierta en Túnez tras la decisión del presidente Kais Saied de disolver el Parlamento y cesar al primer ministro, Hichem Mechichi, calificada de “golpe de Estado” por los principales partidos políticos del país.
La Organización Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE), la Liga Árabe, y países como Estados Unidos y Francia pidieron a las autoridades tunecinas calma y diálogo para resolver el conflicto.
“Llamamos a todas las partes a ejercer moderación, evitar la violencia y asegurar que la situación se mantiene en calma. Todas las disputas y desacuerdos deben resolverse con diálogo”, manifestó el portavoz de Naciones Unidas, Farhan Haq.
Haq evitó decir si la ONU considera lo ocurrido un golpe de Estado y subrayó que por ahora se está vigilando la situación y entablando contacto con distintas partes a través del equipo que la organización tiene en Túnez.
El portavoz dijo no querer especular con las consecuencias de la actual crisis, pero dejó claro que en una región tan convulsa ahora mismo como el norte de África no hay sitio para otro conflicto.
Por otra parte, consultado por el asalto de las oficinas de la cadena de noticias Al Jazeera en Túnez por parte de fuerzas de seguridad denunciado por la empresa catarí, Haq dijo que la ONU está “consternada” por esas informaciones y confió en que se permita a todos los periodistas seguir con su trabajo sin ningún tipo de acoso.
La Unión Europea pidió que los actores políticos respeten la Constitución y el Estado de Derecho tras la decisión del presidente tunecino. “Estamos siguiendo de cerca la evolución de los acontecimientos en Túnez. Pedimos a todos los actores que respeten la Constitución, sus instituciones y el Estado de Derecho”, señaló el portavoz de Exteriores de la UE, Nabila Massrali.
El bloque continental llamó además a mantener la calma y “evitar cualquier resorte de violencia”, insistiendo en que debe prevalecer la estabilidad del país.
Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, instó a Túnez a que recupere la estabilidad y la calma para superar “la fase inestable actual” tras las “decisiones presidenciales” anunciadas ayer. El funcionario expresó “el apoyo completo de la Liga Árabe al pueblo tunecino así como sus deseos de que Túnez supere la fase inestable actual, recupere la estabilidad y la calma, y la capacidad del Estado de actuar con eficacia para responder a las aspiraciones y peticiones de su pueblo”, según un comunicado del organismo panárabe.
Estas declaraciones las hizo Abulgueit en una llamada telefónica con el ministro de Exteriores tunecino, Othman al Jarandi, en la que abordaron los últimos desarrollos en el país africano.
Por su parte, Estados Unidos pidió que se respeten los “principios democráticos” en Túnez, y expresó su alarma por la destitución del gobierno por parte del presidente tunecino. Asimismo, solicitó a la cuna de la Primavera Árabe que se adhiera a los “principios democráticos”.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dialogó por teléfono con el presidente tunecino y lo instó a “adherirse a los principios de la democracia y los derechos humanos que son la base de la gobernanza en Túnez.
“Estamos preocupados por los acontecimientos en Túnez”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. Y agregó: “Estamos en contacto a un nivel superior (…) Instamos a la calma y apoyamos los esfuerzos tunecinos para avanzar en línea con los principios democráticos”.
Francia también se pronunció sobre la crisis en Túnez e instó a recuperar rápidamente el “funcionamiento normal” del Gobierno. El Ministerio de Asuntos Exteriores también hizo un llamamiento “a todas las fuerzas políticas del país para que eviten cualquier forma de violencia y preserven los logros democráticos del país”.
El presidente tunecino anunció por sorpresa este domingo el cese del primer ministro y la suspensión del Parlamento así como la retirada con efecto inmediato de la inmunidad parlamentaria de todos los diputados “para recuperar la paz social y salvar al Estado y la sociedad”.
Saied aseguró que asumirá la presidencia del Ejecutivo con ayuda de un nuevo primer ministro, que él mismo nombrará, durante el periodo de transición. Mientras, los principales partidos políticos del país han denunciado el movimiento como un “golpe de Estado” y reclaman la continuidad de la Asamblea.
“Esto es un golpe contra la democracia tunecina y su Constitución. Túnez es la única historia de éxito de la primavera árabe y esta historia no termina aquí”, subraya un comunicado difundido por Ennahda, principal fuerza parlamentaria y socia del Gobierno, después del anuncio que Saied hizo pasadas las 9 de la noche.
Esta formación compartió un video en redes sociales que muestra cómo el Ejército impidió hacia las dos de la madrugada el acceso al Parlamento a varios diputados, incluido el presidente de la cámara y líder del partida islamista, Rached Ghannouchi.
Por su parte, el dirigente de la Coalición islamista Al Karama, tachó de ilegal la iniciativa y pidió a los diputados retomar su puesto a partir del martes para llevar a cabo la destitución del presidente.
Antes de conocerse la decisión del presidente, varias sedes regionales de Ennahda habían sido asaltadas e incendiadas a lo largo del domingo en las diferentes manifestaciones que tuvieron lugar en todo el país para pedir la dimisión del Gobierno y la disolución del Parlamento por su gestión de la crisis del coronavirus y el deterioro de las condiciones de vida.
(Con información de EFE, Europa Press y AFP)
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