Estados Unidos quiere lograr que sus empresas con presencia en China compitan con las compañías locales en igualdad de condiciones, aseguró la vicesecretaria estadounidense de Estado, Wendy Sherman, antes de viajar a la ciudad nororiental china de Tianjin, en el marco de su visita al gigante asiático.
”Ha sido muy valioso conocer de boca de los miembros de la comunidad empresarial estadounidense las dificultades a las que se enfrentan en China. La Administración Biden-Harris está apretando para (lograr) un terreno de juego equilibrado para las compañías estadounidenses en China”, afirmó hoy Sherman a través de su perfil en la red social Twitter.
Esta es una de las reclamaciones de la anterior administración estadounidense, presidida por Donald Trump, ya que las empresas extranjeras que quieren operar en el país asiático se suelen topar con restricciones (muchos sectores de hecho les están vetados) y con compañías locales que cuentan con fuerte apoyo estatal, entre otros factores.
En otro mensaje aparte, Sherman transmitió las condolencias de Estados Unidos “a aquellos que han perdido a sus seres queridos en las graves inundaciones en la provincia de Henan”, en el centro de China y escenario de lluvias torrenciales en los últimos días que han resultado en la muerte de al menos 63 personas.
REUNIONES DE ALTO NIVEL
Como parte de su gira asiática, Sherman se reunirá con el viceministro de Asuntos Exteriores y encargado de las relaciones entre Estados Unidos y China, Xie Feng.
Es probable que Sherman mantenga un encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi.
La elección de la ciudad costera como punto de encuentro se debe, según expertos citados por la televisión estatal CGTN, a los esfuerzos de Beijing de reducir los riesgos de contagio en la capital china.
”No hemos recibido funcionarios extranjeros en Beijing en los últimos meses por la necesidad de controlar la pandemia”, aseguró a la cadena Da Wei, de la Universidad de Relaciones Internacionales de Beijing.
TENSA TOMA DE CONTACTO
Las relaciones entre Beijing y Washington comenzaron a deteriorarse en 2018, cuando el expresidente Trump inició una guerra comercial con China que después se amplió a campos como el tecnológico y el diplomático.
Tras la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, el pasado mes de enero, ambos países han intentado reencauzar las relaciones, con un éxito marginal hasta la fecha.
Sin ir más lejos, esta semana, los dos países intercambiaron acusaciones de apoyar y dirigir ciberataques a nivel global, y China anunció el viernes sanciones a 6 estadounidense y una institución de la potencia norteamericana como respuesta a las emitidas el pasado 16 de julio por EEUU contra 7 funcionarios chinos por “socavar la autonomía” de Hong Kong.
Las anteriores ocasiones en que altos funcionarios chinos y estadounidenses se vieron las caras se remontan a abril, cuando el enviado especial de Estados Unidos para el cambio climático, John Kerry, se reunió en Shanghái con sus homólogos chinos, en la que fue la primera visita de un alto cargo del país americano en 20 meses, y a la cumbre entre ambas potencias en Alaska de marzo.
En aquella ocasión, ambas delegaciones protagonizaron un encuentro tenso en la que se intercambiaron duras acusaciones.
En este sentido, al anunciarse la visita de Sherman a China esta semana, el Departamento de Estado de EEUU indicó que uno de los objetivos era “gestionar la relación de forma responsable”, algo que desde Beijing han reiterado que ha de realizarse de mutuo acuerdo y no desde “posiciones de fuerza”.
(Con información de EFE)
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