La cadena de televisión catarí Al Jazeera denunció este lunes que fuerzas de seguridad tunecinas “tomaron por asalto” su oficina en la capital y expulsaron a sus empleados pocas horas después de que el presidente de la República, Kais Saied, anunciara la destitución del Gobierno y la disolución del Parlamento.
“Condenamos el asalto de la oficina de Al Jazeera en Túnez y la implicación de los medios de comunicación en los conflictos políticos”, afirmó la cadena en su cuenta de Twitter y explicó que agentes vestidos de civil entraron al local sin una autorización judicial, confiscaron las llaves y obligaron a los periodistas a apagar los teléfonos y ordenadores.
El Ejército impidió esta madrugada la entrada al Parlamento a varios diputados, incluido el presidente de la cámara y líder del partido islamista Ennahda, Rached Ghannouchi, que anunció una “sentada” desde su vehículo situado frente al edificio a la espera de poder acceder.
Pese a un importante despliegue policial, decenas de seguidores del presidente y militantes de Ennahda se agolparon en las inmediaciones de la Asamblea y protagonizaron intercambios de piedras en los que varios ciudadanos resultaron heridos.
Los principales partidos parlamentarios como Ennahda, Corazón de Túnez y la Coalición Dignidad calificaron las medidas del mandatario de “golpe de estado constitucional” y llamaron a retomar el trabajo del hemiciclo y del Ejecutivo para evitar un vacío de poder. Sin embargo, formaciones como Movimiento del Pueblo o Corriente Popular mostraron su apoyo al presidente.
Miles de tunecinos salieron este domingo a las calles para celebrar el anuncio del mandatario, que decretó el cese del jefe del Gobierno, Hichem Mechichi, y la suspensión del Parlamento durante 30 días, así como la retirada de la inmunidad parlamentaria de manera inmediata de todos los diputados “para recuperar la paz social y salvar al Estado y la sociedad”.
Saied aseguró que asumirá la presidencia del Ejecutivo con ayuda de un nuevo primer ministro, que él mismo nombrará, durante el periodo de transición y defendió hacer uso del artículo 80 de la Constitución que recoge que en caso de “peligro inminente” el presidente puede tomar medidas “excepcionales” tras consultar con el jefe de Gobierno y el presidente del Parlamento.
Según dicho texto, el objetivo es garantizar un funcionamiento regular del poder público “lo antes posible” mientras que el Tribunal Constitucional -pendiente de creación desde 2015- debe supervisar dicho proceso y decidir sobre su extensión.
Varias sedes regionales del partido Ennahda fueron asaltadas e incendiadas a lo largo del domingo en las diferentes manifestaciones que tuvieron lugar en todo el país para pedir la dimisión del Gobierno y la disolución del Parlamento por su gestión de la crisis sanitaria y el deterioro de las condiciones de vida.
Túnez inició su transición democrática en 2011 con la llamada “Revolución de los Jazmines”, que puso fin a dos décadas de la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, y durante la cual se han sucedido un total de diez gobiernos que han agravado todavía más la crisis económica y social.
(Con información de EFE)
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