El sitio de noticias ruso The Insider, que colabora con el grupo de investigación Bellingcat responsable de varias revelaciones sobre los servicios secretos rusos, fue declarado el viernes “agente del extranjero”, estatuto que podría obstaculizar en gran medida su funcionamiento.
Según el ministerio de Justicia ruso, The Insider fue añadido a la lista de “agentes del extranjero” porque la organización está registrada en Letonia.
En abril y mayo, dos conocidos medios de comunicación rusos —Meduza y Vtimes— ya habían obtenido este estatuto, lo que provocó el cierre del segundo al cabo de algunas semanas.
Varios periodistas del medio Proekt, declarado la semana pasada “indeseable” y de hecho prohibido por las autoridades, también se añadieron el viernes a la lista publicada en el sitio del ministerio de Justicia.
The Insider fue fundado en 2013 por Roman Dobrojotov, un activista político de 37 años que había dirigido en su juventud el movimiento de oposición “Nosotros”.
El sitio ha publicado varias investigaciones realizadas en colaboración con Bellingcat como sobre los envenenamientos del ex agente doble Serguéi Skripal en 2018 y de Alexei Navalny en agosto de 2020, acusando siempre a las autoridades rusas.
“La redacción seguirá trabajando con su composición actual y mantendrá la política editorial”, dijo The Insider en un comunicado, pese a que expertos y opositores afirmaron que se trataba de un ataque a la libertad de expresión.
The Insider “funcionará como funcionaba”, aseguró Dobrojotov al medio opositor MBKh, explicando que el sitio está basado en Letonia, no tiene oficinas en Rusia y que “todas estas leyes sin sentido no se aplican a The Insider”.
En Rusia, las organizaciones o personas “agentes del extranjero” deben, en virtud de una ley de 2012, inscribirse ante las autoridades, realizar trámites burocráticos engorrosos e indicar claramente este estatuto en sus publicaciones.
Los ojos de la comunidad internacional se han posado los últimos días sobre Rusia, en la medida en la que las autoridades han recrudecido la represión contra distintas expresiones opositoras.
Uno de los casos más escandalosos y que incluso ha provocado la aplicación de sanciones por parte de las potencias extranjeras es el del opositor Alexei Navalny, envenenado en Alemania, y enviado de regreso a Rusia, donde se encuentra encarcelado.
El viernes, Navalny presentó una segunda demanda contra el centro penitenciario IK-3, en cuyo hospital se encontraba internado, según informó el tribunal del distrito de Oktiabrski, en la ciudad de Vladimir, a la agencia de noticias Sputnik.
En la primera demanda, un representante de Navalny insistió en que a sus abogados se les había prohibido llevar teléfonos móviles y ordenadores portátiles durante las visitas. Fue presentada en mayo y desestimada por el citado tribunal un mes después. Entonces, el abogado Vadim Kobzev señaló ante la prensa que planeaba presentar un recurso de apelación contra la decisión. Según los datos del tribunal, el recurso de apelación se presentó el jueves.
Navalny fue detenido el 18 de enero a su llegada al aeropuerto de Moscú por incumplir la libertad condicional tras pasar meses en Alemania recuperándose de un envenenamiento del que el destacado opositor ruso culpa directamente al presidente del país, Vladimir Putin.
El líder opositor se declaró en huelga de hambre a finales de marzo, para denunciar su estado y reclamar la visita de un médico. Desde entonces, sus aliados han alertado de que su situación ha empeorado.
(Con información de AFP y EuropaPress)
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