La mitad de los adultos europeos, 200 millones de personas, están vacunados contra el COVID-19 pero la variante Delta amenaza con retrasar la vuelta a la normalidad y la recuperación económica.
“Hasta ahora, 200 millones de personas han sido plenamente vacunadas” en la UE, dijo el jueves la Comisión Europea.
Esto corresponde a un “54,7% de adultos” totalmente vacunados y la Comisión tiene como objetivo que el 70% de los adultos estén vacunados este verano boreal.
La variante Delta, identificada por primera vez en India, está provocando una nueva ola de infecciones en muchos países, en particular en Europa, y está frenando la esperada recuperación, creando escasez de mano de obra en el Reino Unido, por ejemplo.
“La recuperación de la economía va por buen camino”, dijo la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. “Pero la pandemia sigue proyectando sombras, sobre todo porque la variante Delta constituye una fuente creciente de incertidumbre”, añadió.
En el Reino Unido, cientos de miles de casos de contacto se vieron obligados a aislarse durante diez días, lo que paralizó economía con estantes de supermercados vacíos, una línea de metro interrumpida en Londres por falta de personal y un mayor tiempo de respuesta de la policía.
El gobierno británico, que levantó casi todas las restricciones, está ahora bajo presión para que relaje las normas de cuarentena.
La variante Delta, altamente contagiosa, se ha extendido por gran parte de Europa y Estados Unidos.
La canciller alemana, Angela Merkel, calificó el número de nuevos casos de “crecimiento exponencial” y dijo que se trataba de una “dinámica preocupante”. Desde mediados de julio, el número diario de nuevos casos en Alemania ha superado los 1.000 de media y alcanzó los 1.890 casos el jueves.
Prolongación de toque de queda en Barcelona
Esta cifra es muy inferior a la de Francia, inmersa en una “cuarta ola”, según el primer ministro Jean Castex, unas semanas después de haber suavizado las restricciones.
El número de contagios en el país se disparó un 140% en una semana y el miércoles superó el umbral de 20.000 contaminaciones diarias por primera vez desde principios de mayo, frente a las 9.000 de hace una semana.
En Francia, al igual que en otros países en los que ya se ha vacunado a las personas vulnerables, el número de hospitalizaciones o muertes no está aumentando.
En España la justicia autorizó el jueves prorrogar una semana más el toque de queda nocturno decretado en Barcelona y gran parte de Cataluña, aceptando la solicitud del gobierno regional que lucha desde hace semanas contra una explosión de contagios.
En América Latina, que suma en total 1,3 de fallecidos y más de 39,7 millones de contagios, según el último balance de la agencia AFP, Argentina reclamó este jueves a Rusia por las demoras en la entrega de la segunda dosis de la vacuna Sputnik V en una carta en la que advierte con romper el contrato.
Ante la rápida propagación de la variante india, los gobiernos se centran en la vacunación y en algunos países es obligatoria para el personal sanitario. Miles de trabajadores de hospitales públicos de Nueva York tendrán que vacunarse pronto contra el covid-19 o someterse a pruebas semanales.
En Grecia, la vacunación obligatoria del personal sanitario está en vías de ser aprobada por el Parlamento, pero también está provocando protestas.
Portugal quiere por su parte vacunar a los jóvenes de 12 a 17 años para el inicio del próximo curso escolar.
Reducción de la esperanza de vida
Un año y medio después de que China notificara los primeros casos del coronavirus, se están poniendo de manifiesto las dramáticas consecuencias de esta epidemia mundial, que ya ha matado a más de 4,1 millones de personas.
La esperanza de vida de los estadounidenses se redujo en un año y medio en 2020, el mayor descenso desde la Segunda Guerra Mundial, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que atribuyen gran parte de este hecho a la pandemia.
Y el COVID-19 tendrá un impacto “a largo plazo y de gran alcance” en la salud mental de las personas, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los orígenes de la pandemia siguen sin estar claros. China criticó el jueves la petición de la OMS de seguir investigando en su territorio, calificándola de “falta de respeto al sentido común y de arrogancia hacia la ciencia”.
Pekín volvió a negar la teoría de una fuga en el laboratorio de Wuhan, una hipótesis que volvió a cobrar fuerza en los últimos meses.
(Por Catherine Fay-De-Lestrac - AFP)
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