Tras sumar dos meses en huelga de hambre, algunos inmigrantes indocumentados dieron este lunes un paso más en su acción de protesta y dejaron de beber para expresar su “descontento” a la gestión de esta crisis por parte del Gobierno belga, aunque sus portavoces no precisaron el número exacto de manifestantes.
El portavoz de la Unión de Inmigrantes Indocumentados por la Regularización, Ahmed (prefirió no dar su apellido), no supo concretar el número de huelguistas que han radicalizado su posición para exigir al Ejecutivo una regularización colectiva de los ocupantes de la iglesia de San Juan el Bautista y de dos de los campus de la Universidad Libre de Bruselas (ULB y VUB).
La prensa local informó que aproximadamente una veintena iniciaron una huelga de sed de los 430 manifestantes que desde mayo dejaron de comer para mantener el pulso al Gobierno e “impactar en la opinión pública”, dijo Ahmed, y que ahora intensifican al ver que el equipo del liberal Alexander De Croo “no avanza ni un paso” hacia una propuesta que desbloquee la situación.
El estado de salud, tanto físico como mental, de los migrantes se deteriorará muy rápidamente en caso de continuar con las huelgas de hambre y de sed, advirtieron organizaciones como Médicos por el Mundo o Cruz Roja, por lo que el Gobierno envió equipos médicos el domingo por la noche con el propósito de realizar un chequeo a quienes lo desearan.
El portavoz de los huelguistas indicó que ayer hubo 12 hospitalizaciones de entre los ocupantes de la iglesia, cuatro en el campus de la ULB y otras tres en el de la VUB, incluyendo un caso de insuficiencia renal por el efecto de la huelga de sed.
El Gobierno se defiende
El secretario de Estado de Asilo y Migración, Sammy Mahdi, recordó la existencia de “zonas neutrales” donde los huelguistas pueden ponerse en contacto directo con la oficina de Extranjería, situada a escasos metros de una de las ocupaciones, donde se les permitirá presentar un expediente para conocer sus posibilidades de quedarse en el país.
Ante la creciente presión, el político se mantiene en contra de la regularización colectiva de todos los manifestantes y se muestra favorable a la tramitación caso por caso de los expedientes.
”Estamos recibiendo señales de que la presión del grupo en algunos sitios es tan alta que ciertamente me preocupa. Pero seguimos esperando que la gente quiera ver su caso tratado individualmente, porque no habrá solución colectiva ni concesiones para los huelguistas de hambre. Si no, mañana puede haber huelgas de hambre en todas las iglesias del país”, dijo Mahdi, a la emisora RTL.
En una reunión ministerial celebrada esta mañana se debatió la situación de los inmigrantes sin papeles y se decidió nombrar a un enviado especial para dirigir a los solicitantes de asilo en huelga de hambre hacia los procedimientos existentes.
Ahmed no se conformó con las soluciones del Gobierno y defendió que los migrantes participan “masivamente” en el tejido económico belga, ya que pagan “vivienda, facturas de agua y electricidad, comida y ropa” y calculó que la última oleada de inmigrantes contribuyó al 3,5% del PIB nacional del país.
El pasado martes, la Unión de los Sin Papeles por la Regularización recibió la notificación del premio al orgullo cívico otorgado por la organización internacional solidaria Foro Cívico Europeo.
(Con información de EFE)
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