El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) cuestionó la falta de transparencia del régimen iraní respecto a su programa nuclear. Pese a esto, consideró que con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, aparece “en el horizonte” una posibilidad de revivir el acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y seis grandes potencias, aunque admite la “complejidad” del escenario.
El diplomático argentino Rafael Grossi señaló que en los últimos meses se avanzó “hasta cierto punto” en las negociaciones para revivir el llamado Plan de Acción Integral Conjunto (JCPAO, por sus siglas en inglés) tras el retiro de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump (2017-2021), y que existe una “perspectiva de acuerdo” para rebajar las tensiones entre Washington y Teherán.
“Con la llegada del presidente Biden, aparece en el horizonte una nueva posibilidad de volver o de tratar de volver a ese acuerdo”, sostuvo durante una entrevista con la agencia EFE en San Pablo.
Sin embargo, reconoció que el camino no es fácil, pues hay muchos factores de influencia en ese “complejo” tablero, entre ellos la falta de cooperación del régimen de Irán para esclarecer “una cantidad de temas que no aparecen claros” y los cambios que se producirán en el Gobierno iraní cuando asuma sus funciones el ultraconservador Ebrahim Raisi, elegido presidente el pasado junio.
La salida de Estados Unidos en 2018 y la imposición de sanciones económicas sobre Irán durante la presidencia de Trump supuso un mazazo para el acuerdo, a lo que Teherán respondió vulnerando el pacto en cuanto a la producción y pureza de material nuclear sensible, como el uranio enriquecido.
“Hay una perspectiva de acuerdo, pero claro, son ellos (Estados Unidos e Irán) que tienen que decidir si finalmente encuentran ese punto de convergencia en el cual hay que combinar toda la parte nuclear con la parte política de sanciones económicas”, analizó Rossi.
“A ver si encuentran un punto feliz de intersección y podemos tener un acuerdo, pero es algo que todavía no está claro”, añadió.
Tensiones con Corea del Norte
Grossi igualmente manifestó su preocupación frente a las crecientes tensiones globales con la dictadura de Corea del Norte y su vasto arsenal nuclear, actualmente fuera de cualquier control por parte del OIEA, considerado como uno de los pilares más importantes del sistema de la ONU gracias a su relevancia técnica y política.
Según el director, el organismo ha recibido “informaciones muy claras” que indican que Corea del Norte ha reiniciado su programa de enriquecimiento de uranio y “probablemente” de reprocesamiento para obtener más material nuclear para sus armas nucleares.
Por eso, consideró fundamental que el proceso de “acercamiento” entre Washington y Pyonyang iniciado durante la administración Trump sea retomado de alguna forma.
En ese sentido, celebró algunos avances, como reuniones, cumbres y diálogos, mantenidos entre Trump y el dictador norcoreano, Kim Jong-un, pero señaló que no consiguieron encaminar las tratativas para un posible acuerdo.
“No lograron encaminar un proceso negociador, pero hubo un acercamiento y eso creo que tiene que ser reconocido. Ese proceso quedó inconcluso y tiene que ser de alguna manera retomado”, afirmó.
En caso de que se alcance un pacto, Grossi aseguró que el OIEA estará listo para cumplir su “papel indispensable” de verificación, dado que dicho tratado implicaría posibles “reducciones y limitaciones” que deberán ser “comprobadas y verificadas”.
“Seguramente estaremos llamados a cumplir un papel de garantes y de inspectores de ese acuerdo -cuando y si se llega a un acuerdo-. De todas maneras, la Agencia continúa monitoreando el programa nuclear norcoreano, que es un programa muy activo y que sigue creciendo”, remarcó.
No obstante, así como sucede con Irán, el director resaltó que se trata de un escenario muy “complejo”, si bien ponderó que hay que “hacer una distinción” entre los dos países. “Corea del Norte ya proliferó (armas nucleares), pasó de la línea roja que Irán todavía no y que tenemos que tratar de que no la atraviese”.
OIEA, más fuerte que nunca
En medio de la escalada de las tensiones en diferentes partes del mundo y los desafíos impuestos a la diplomacia global, Grossi ve al OIEA más fuerte que nunca y aseguró que se convirtió en una institución vital para el mantenimiento de la paz y estabilidad.
“El OIEA está cada vez más fuerte. Hay un reconocimiento internacional que es un organismo indispensable”, que es una herramienta indispensable “para garantizar la paz y la estabilidad en el mundo”, expresó.
En ese sentido destacó el “papel cada vez más importante” de esa agencia internacional frente al sustancial aumento de países que buscan explotar la energía nuclear, así como el éxito en las cooperaciones entre Japón y el organismo en el proceso de desmantelamiento de la planta nuclear de Fukushima, accidentada en 2011.
En abril pasado, Japón formalizó su decisión de verter al mar el agua contaminada de la central nuclear tras tratarla para eliminar la mayoría de los elementos radiactivos, un proceso que calentó las relaciones entre Tokio y algunos países vecinos pero que fue refrendado por el OIEA.
En ese marco, Grossi dijo reconocer el “trasfondo político” que marca la geopolítica de la región, por lo que propuso a Japón que aceptara la “presencia permanente” de la esa agencia a lo largo del proceso, que tiene previsto comenzar en 2023, a fin de garantizar que no exista “ningún efecto negativo ni sobre el agua, ni sobre los sedimentos marinos, ni sobre los peces”.
“Lo que propusimos a Japón es que esa tarea que ellos sí van a hacer fuese revisada bajo el monitoreo y la presencia permanente antes, durante el proceso y después, para verificar cómo esta el agua y los peces de una manera conjunta”, indicó.
Grossi sostuvo que, frente a las polémicas el mejor antídoto es “la transparencia, información y educación” y es, precisamente lo que hará el organismo: “Informar a cada paso lo que se está haciendo”.
Con información de EFE
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