El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China realizó un nuevo ejercicio militar en la provincia de Fujian, cerca de Taiwán, un día después del aterrizaje de un avión de Estados Unidos en la isla.
Un avión del Ejército de Estados Unidos aterrizó el jueves pasado en Taiwán, justo en el día que el director del Instituto Americano de Taiwán, que actúa como Embajada de Estados Unidos, Brent Christensent, terminase su mandato para ser relevado por la diplomática Sandra Oudkirk, según informó este domingo ‘The South China Morning Post’.
Tras esto, una unidad blindada china llevó a cabo el viernes una serie de ejercicios con fuego real en aguas frente a la costa sureste de Fujian, indicó la cadena de televisión china CCTV.
“Como tropas de primer nivel con base en la costa sureste, debemos entrenar duro en escenarios como los de las batallas reales, estar preparados para el combate en todo momento y salvaguardar resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial”, dijo el general Zhu Chaojun a los medios chinos.
Estados Unidos es el principal aliado de Taiwán y principal proveedor de armas de la isla. Sin embargo, el coordinador para la región del Indo-Pacífico de la Casa Blanca, Kurt Campbell, señaló a principios de este mes que aunque Washington apoya su relación con Taipéi, no apoya la independencia formal de Taiwán.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos informó el fin de semana pasado que este mes enviaría unos 25 aviones furtivos F-22 a un ejercicio en el Pacífico occidental, un despliegue inusualmente grande que, según los expertos, representa un fuerte mensaje para el régimen de China.
Las unidades con asiento en Hawaii informaron la semana pasada que aproximadamente 25 F-22 Raptors de la Guardia Nacional Aérea de las islas y de la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, en Alaska, se desplegarán este mes en las islas de Guam y Tinian para la Operación Pacific Iron 2021.
“Nunca hemos tenido tantos Raptors desplegados juntos en la zona de operaciones de la Fuerza Aérea del Pacífico”, declaró a la cadena estadounidense CNN el general Ken Wilsbach, comandante de dicha fuerza.
Los F-22 son aviones de combate de quinta generación, los más avanzados del mundo, que incorporan tecnologías de sigilo y conectan sistemas de sensores a bordo con sistemas de información externos para dar a sus pilotos una visión detallada del espacio de batalla.
El despliegue de los F-22 para el ejercicio militar envía un fuerte mensaje a China en un momento en que las relaciones se encuentran tensas por puntos conflictivos del Pacífico como Taiwán y el Mar de China Meridional, señaló Carl Schuster, un analista de defensa con sede en Hawai y ex director de operaciones en el Centro de Inteligencia Conjunta del Comando del Pacífico de los Estados Unidos, de acuerdo a CNN. Los despliegues normales de F-22 consisten en seis a 12 aviones, agregó.
“La Fuerza Aérea del Pacífico está demostrando que puede desplegar tantos o más aviones de quinta generación en el teatro de operaciones con poca antelación que los que (China) tiene actualmente en todo su inventario”, dijo a la cadena estadounidense.
Las fuerzas aéreas chinas tienen entre 20 y 24 aviones de quinta generación operativos, afirmó Schuster, pero precisó que las capacidades de Beijing están mejorando a gran velocidad.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos ostenta alrededor de 180 F-22 en su flota, aunque sólo la mitad son capaces de realizar misiones de manera simultánea por las necesidades de mantenimiento. Por lo tanto, Estados Unidos enviará alrededor del 25% de los F-22 de misión al ejercicio Pacific Iron.
Los ejercicios de la Armada china representan una nueva muestra de la agresión creciente del régimen de Xi Jinping contra la isla independiente que China considera parte de su territorio. El mes pasado el Ejército chino realizó un ejercicio de desembarco anfibio en aguas cercanas a Taiwán.
El ejercicio fue realizado por el 72° Grupo del Ejército Popular de Liberación, y las maniobras incluyeron un entrenamiento naval con el transporte de vehículos anfibios y la realización de un aterrizaje de asalto en aguas no especificadas al sur de la provincia de Fujian, frente a la isla.
Esas maniobras chinas se produjeron después que tres legisladores estadounidenses hicieran una escala el domingo en Taipei, donde anunciaron que Washington donaría 750.000 dosis de vacuna contra el coronavirus a Taiwán, que enfrenta un resurgimiento del brote.
Por su parte, Estados Unidos envió el domingo pasado un destructor a las aguas de las disputadas Islas Paracelso, en el mar de China Meridional, en una operación de navegación que irritó a Beijing, cuyas autoridades militares afirmaron que persiguieron a la nave.
La Marina estadounidense, en un comunicado de la oficina de Asuntos Públicos de la 7ª Flota, rechazó la declaración china como falsa, pero no dio detalles sobre un posible encuentro con las fuerzas del EPL.
El USS Benfold llevó a cabo la operación “de acuerdo con el derecho internacional y luego continuó llevando a cabo operaciones normales en aguas internacionales”, según el comunicado. La declaración china fue “la última de una larga serie de acciones de China para tergiversar las operaciones marítimas legales de Estados Unidos y hacer valer sus excesivas e ilegítimas reclamaciones marítimas”, añadió la Marina.
Filipinas, Vietnam, Malasia, Taiwán y Brunéi reclaman partes de este estratégico mar por el que circula el 30% del comercio global, además de albergar yacimientos de petróleo y gas, mientras que China asegura tener soberanía de estas aguas en su totalidad.
En un comunicado del Departamento de Estado del país norteamericano, destacó que “en ningún lugar el orden marítimo basado en las reglas internacionales se encuentra más amenazado que en el Mar de China Meridional” debido a que “China continúa coaccionando e intimidando” a los países del sudeste asiático.
Con información de Europa Press, AP y CNN
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