En medio de las estrictas medidas sanitarias por el COVID-19, comenzó la gran peregrinación a La Meca

Por segundo año consecutivo, debido a la pandemia, solo podrán asistir los residentes de Arabia Saudita, tanto nacionales como extranjeros, que hayan salido favorecidos en un sorteo, aunque este año, el Gobierno amplió el cupo de 10.000 a 60.000 fieles

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Los peregrinos musulmanes son vistos
Los peregrinos musulmanes son vistos a través de una ventana de vidrio mientras circunvalan la Kaaba, el edificio cúbico de la Gran Mezquita, mientras usan máscaras y mantienen el distanciamiento social, un día antes de la peregrinación anual del Hajj, el sábado 17 de julio de 2021 (AP Photo). / Amr Nabil)

La gran peregrinación o “hach” anual a las ciudades saudíes de La Meca y Medina comenzó este domingo en medio de estrictas medidas sanitarias y con la participación de 60.000 fieles residentes en el reino, en lugar de los más de dos millones de devotos que acudían antes de la pandemia.

Arabia Saudí, que también el año pasado permitió el hach solo a 10.000 residentes en el reino, decidió aumentar el número a 60.000 dado el avance en el proceso de inmunización de su población contra el covid-19, de unos 35 millones de habitantes, de los que ya más del 50 % han recibido al menos una dosis de la vacuna.

Los peregrinos empezaron a llegar hoy al valle de Mina, a unos 6 kilómetros del centro de La Meca, donde pasarán todo el día en tiendas de campaña antes de subir mañana, lunes, al monte de Arafat para realizar el principal ritual del hach.

Antes de dirigirse a Mina, los devotos dan siete vueltas de bienvenida alrededor de La Kaaba, el edificio más sagrado para los musulmanes.

 (AP Photo / Amr
(AP Photo / Amr Nabil).
En esta foto tomada con
En esta foto tomada con una velocidad de obturación baja, los peregrinos musulmanes rodean la Kaaba, el edificio cúbico de la Gran Mezquita, al comienzo de la peregrinación anual del hajj, el domingo 18 de julio de 2021 (AP Photo / Amr Nabil).

Las autoridades cerraron desde el viernes el acceso a La Meca y solo permiten a los que tienen permiso llegar a cuatro centros de agrupación establecidos en las afueras de la ciudad santa para los musulmanes, desde donde fueron trasladados en pequeños grupos para su alojamiento en los hoteles próximos a la Gran Mezquita.

El jefe de las fuerzas de seguridad del hach, general Zayed al Tuwan, citado por los medios locales, advirtió de que los infractores serán castigados con multas de hasta 10.000 riales (2656,21 dólares) y dos semanas de cárcel.

Medidas similares se aplicarán en Medina, donde los peregrinos se dirigen para visitar la mezquita del profeta Mahoma a partir del próximo 23 tras finalizar los rituales en La Meca.

Arabia Saudí, que se encuentra en su tercera ola de la pandemia con alrededor de 1.000 casos diarios, figura entre los países árabes más avanzados en la vacunación de su población y las autoridades aseguran haber administrado más de 22 millones dosis de vacunas a su población. Arabia Saudita detectó desde el inicio de la pandemia más de 507.000 contagios del coronavirus y más de 8.000 muertes, entre una población de 34 millones.

Un peregrino musulmán se toma
Un peregrino musulmán se toma una selfie en la Gran Mezquita, mientras lleva una máscara y se para en carteles de distanciamiento social, un día antes de la peregrinación anual del hajj, el sábado 17 de julio de 2021. (Foto AP / Amr Nabil)
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(Foto AP / Amr Nabil)

EXPOSICIÓN LIMITADA

Los escogidos entre más de 558.000 postulantes deben estar plenamente vacunados contra el coronavirus, tener entre 18 y 65 años y no presentar enfermedades crónicas, según el ministerio encargado de la fiesta.

Los peregrinos serán divididos en grupos de 20 “para limitar cualquier exposición a ese grupo y evitar que se propague la infección”, dijo a la prensa oficial el subsecretario del ministerio responsable del Hach, Mohamed al Bijawi.

“Cada tres horas, 6.000 personas entran para realizar el tawaf (uno de los rituales islámicos de peregrinación), declaró el portavoz del ministerio del Hach, Hisham al Saeed. “Después de la salida de cada grupo, se efectúa un proceso de desinfección”.

 (Foto AP / Amr
(Foto AP / Amr Nabil)
Fieles musulmanes participan en la
Fieles musulmanes participan en la oración musulmana de los viernes en el patio de la Gran Mezquita de Haram Sharif en el primer día de la peregrinación anual a los santos lugares de Medina y La Meca. EFE/Amel Pain/Archivo

También se introdujeron “pases electrónicos del hach”, que permiten acceso sin contacto a hoteles, campamentos y transportes a los peregrinos, y unos robots para distribuir agua sagrada. Además, los peregrinos no pueden tocar la Kaaba.

PRINCIPAL DESAFÍO

El hach se celebró el año pasado en su versión más pequeña de la historia moderna, con unos 10.000 participantes.

No se reportaron contagios y las autoridades instalaron clínicas móviles y ambulancias para atender a los peregrinos, quienes fueron llevados a los sitios religiosos en grupos pequeños.

Organizar el hach es un asunto de prestigio para el gobierno saudita, cuya custodia de los sitios más sagrados del islam es su principal fuente de legitimidad política.

La peregrinación a La Meca
La peregrinación a La Meca requiere una vez en la vida. de cada musulmán que puede pagarlo y está físicamente capacitado para hacerlo, solía atraer a más de 2 millones de personas. Pero por segundo año consecutivo se ha reducido debido al coronavirus y solo las personas vacunadas en Arabia Saudita pueden participar. (Foto AP / Amr Nabil)
Los peregrinos musulmanes rezan frente
Los peregrinos musulmanes rezan frente a la Kaaba, el edificio cúbico de la Gran Mezquita, mientras usan máscaras y mantienen el distanciamiento social, un día antes de la peregrinación anual del hajj, el sábado 17 de julio de 2021. (Foto AP / Amr Nabil)

Pero la prohibición de la participación de peregrinos del exterior causó resentimiento y decepción entre musulmanes de todo el mundo, quienes suelen ahorrar durante años para asistir.

“Ya estaba preparada económicamente y ahora es el virus que me lo impide”, lamentó Amina Gaafar, una mujer egipcia que había estado 30 años ahorrando para “ir al encuentro de Dios”.

Además de las restricciones sanitarias, el precio de participar en la festividad de este año ascendió a 3.200 dólares.

(con información de EFE y AFP)

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