Angela Merkel acaba de culminar su última gira como canciller alemana en los Estados Unidos, donde además de reunirse con el presidente, Joe Biden, y su vice, Kamala Harris, fue honrada con la entrega de un Honoris Causa por parte de la prestigiosa Universidad Johns Hopkins.
En las imágenes de la ceremonia, celebrada el jueves, se ve a Merkel luchando contra su túnica de graduación y una capucha. Sin embargo, después de los honores y las palabras de distinción y agradecimiento, la canciller sorprendió con una respuesta a una pregunta que posiblemente no esperaba.
“El día que se despierte por la mañana, después de que su sucesor haya jurado como canciller, y usted sea una ciudadana más, ¿qué hará? ¿Qué habrá cambiado en su vida?”, le preguntó Jeffrey Rathke, presidente del Instituto Americano de Estudios Alemanes Contemporáneos de la universidad, antes de cerrar el acto.
Con el tono calmo que la caracteriza, Merkel comenzó su respuesta: “Creo que probablemente ustedes tendrán que invitarme otra vez porque como todavía no dejé este trabajo, aún no se lo que haré después”, expresó, dejando entrever que aún no tiene planes para la etapa que comenzará en septiembre, cuando abandone su cargo como canciller alemana después de 16 años ininterrumpidos como canciller.
“Es posible, como tengo por costumbre, que piense en las cosas que tengo que hacer, hasta que de pronto me de cuenta que ahora es otra persona la que debe ocuparse de eso. Creo que eso me reconfortará mucho”, dijo con una sonrisa.
También se refirió a lo distinto que se sentirá la posibilidad de tener tiempo libre: “Y entonces me daré cuenta que ahora tengo tiempo libre. Y no aceptaré la primera invitación que reciba solo por tener miedo a no tener nada que hacer, o a sentir que nadie me necesita. Creo que me tomaré un descanso, un tiempo para pensar en lo que a mi me interesa realmente en este momento. En los últimos 16 años he tenido muy poco tiempo para eso. Luego quizás intente leer un poco, hasta que se me cierren los ojos, y duerma una siesta. Veremos tranquilamente cómo seguir”.
Durante la ceremonia, Merkel le dijo a la audiencia que regularmente consulta los datos sobre el COVID-19 publicados por la Universidad Johns Hopkins y advirtió a la comunidad internacional que la pandemia no ha terminado.
“La pandemia y lo que nos exige todos los días es agotador y queremos recuperar nuestra normalidad. Pero no debemos cejar, especialmente ahora, en tomar las cifras, los datos y los hechos diarios sobre el desarrollo de la pandemia tan en serio como lo hicimos el primer día “, dijo.
La visita de Merkel a Estados Unidos se vio ensombrecida por un desastre natural que se desarrolló en Alemania, con decenas de muertos y muchos más desaparecidos después de que las inundaciones inundaron partes del país.
Alemania y el temor al vacío que dejará “Mutti”
Mientras tanto, en Alemania aún escuchan voces que reclaman un quinto mandato, pero la canciller lo descarta. En septiembre próximo, cuando llegue su retirada política, la primera mujer en dirigir Alemania habrá igualado el récord de longevidad en la cancillería -16 años- de su mentor, Helmut Kohl.
Esta científica de formación ha realizado una gestión sin fallas del covid-19 y ha sabido comunicar con pedagogía, privilegiando las demostraciones racionales, para hacer frente al “mayor desafío”, según ella, que ha vivido Alemania desde el fin de la II Guerra Mundial.
Pese a un confinamiento que le recordó a Merkel su vida en la ex-RDA y que constituyó, según ella, “una de las decisiones más difíciles” que haya tomado en 16 años de gobierno, Alemania ha registrado menos casos y menos muertes que sus vecinos europeos.
La pandemia y sus consecuencias económicas y sociales dramáticas también le han permitido a “Mutti”, como la llaman cariñosamente muchos alemanes, adaptarse a la crisis cambiando de paradigma.
Esta ferviente defensora de la austeridad europea tras la crisis financiera de 2008, pese a la asfixia de Grecia, propulsó esta primavera boreal el aumento del gasto y la mutualización de la deuda, lo único, según ella, que puede salvar el proyecto europeo.
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