“Caravanas y coches fueron arrastrados, árboles arrancados, casas derribadas. Hemos vivido aquí en Schuld durante más de 20 años y nunca habíamos visto algo así”, relató Hans-Dieter Vrancken, un residente de 65 años del municipio ubicado en el estado de Renania Palatinado, uno de los más afectados de Alemania por el temporal. “Es como la guerra”, subrayó.
Es difícil describir de otra manera las imágenes aéreas que capturan los drones que sobrevuelan algunas de las áreas más afectadas de Alemania y de Bélgica, donde al menos 123 personas murieron por las inundaciones. Las escenas son de una devastación total.
“En unos minutos se inundó la casa”, contó Cornelia Schlösser, una panadera que perdió su centenario comercio en Schuld. El escaparate, donde se veían productos de panadería apenas hace dos días, acabó destrozado: montones de chatarra, vidrio, madera y cemento se han amontonado alrededor de la fachada.
“Comenzó en el pueblo vecino. Habíamos bajado una bomba de agua al sótano, pero no sirvió de nada”, recordó Schlösser. “Vivimos una pesadilla desde hace 48 horas; hemos vuelto, pero no podemos hacer nada”, añadió la mujer. Como ella, varios residentes de este pueblo de unos 700 habitantes deambulan entre las ruinas de lo que fue una popular punto de excursión, cerca de Bonn, en el verdoso valle del Ahr.
Lo cierto es que más allá de las 123 muertes confirmadas, hay 1.300 personas que continúan desaparecidas, según el último balance de las autoridades. “El temor es que la cifra tenga que ser corregida al alza”, dijo un portavoz de la policía de Coblenza, ciudad ubicada en la desembocadura del río Mosela, cuyas aguas van al Rin, una de las zonas afectadas.
Las lluvias han amainado pero la situación en las regiones afectadas sigue siendo tensa. El número de desaparecidos es difícil de estimar con precisión ya que, según una portavoz del distrito de Ahrweiler, al que pertenece Schuld, se ha producido un colapso de las líneas de telefonía móvil por lo que muchas personas no han podido ser contactadas.
El ejército ha destinado 900 soldados a colaborar en los trabajos de rescate y de búsqueda de personas desaparecidas en los estados federados de Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia. En total, según el Ministerio de Interior, hay 15.000 personas trabajando en las labores de rescate.
Las autoridades han advertido a los ciudadanos que deben retirarse de las cercanías de los ríos y que no entren en sótanos inundados puesto que existe el peligro de sufrir descargas eléctricas. Los daños económicos del temporal no han sido todavía estimados pero teniendo en cuenta que ha afectado carreteras, líneas de ferrocarril y puentes así como casas y empresas privadas se espera un monto bastante elevado.
El estado federado de Renania-Palatinado ha destinado una primera partida de urgencia de 50 millones de euros para paliar los daños. La Policía de Alemania ha informado este viernes el aumento en el número de muertes como consecuencia de las inundaciones que azotan el oeste del país.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha trasladado su pésame a las víctimas y ha expresado que está “impactada por los informes de que hay lugares que están completamente bajo el agua”. “No sabemos el número todavía de víctimas y afectados, pero habrá muchos”, ha lamentado.
El temporal también está afectando fuertemente a Bélgica, donde las inundaciones que arrasaron varias regiones del país dejaron un saldo provisional de 20 personas muertas y otras 20 desaparecidas, informó este viernes la ministra belga de Interior, Annelies Verlinden.
(Con información de AFP, EFE y Europa Press)
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