Un libro fue devuelto a una biblioteca de Reino Unido después de 300 años de haber sido prestado, un tiempo insólito que debió haber dejado una multa multimillonaria si tan solo la biblioteca hubiera llevado su registro.
El insólito caso se presentó en la Catedral de Sheffield (Inglaterra) cuando a los operarios de la biblioteca les llegó un paquete en el correo con un antiguo libro dentro y una nota que explicaba que su dueño, que había fallecido recientemente, había estipulado en su testamento que la reliquia fuera regresada de dónde había salido hace casi tres siglos.
De acuerdo con el reverendo canónigo Keit Farrow, vicedecano y canónigo misionero de la catedral, el libro podría datar del periodo gregoriano, comprendido entre los años 1714 a 1830, tiempo en que la catedral ya funcionaba como una biblioteca.
El lugar, que tiene unos 800 años de antigüedad, solía guardar textos para el estudio de los monjes, constituyendo una biblioteca de gran renombre, la cual fue clausurada poco después de culminar el periodo gregoriano.
“No estamos seguros de dónde estaba el edificio. Tenemos algunos libros de ese período desde el georgiano temprano en adelante, por lo que creemos que probablemente en el momento del primer reordenamiento de la iglesia a fines del período georgiano, la biblioteca probablemente estaba dispersa”, afirmó.
El libro devuelto se titula “La fe y la práctica de un hombre de la Iglesia de Inglaterra” y ahora será exhibido como una atracción para los que visiten la catedral de Sheffield.
“Este pequeño libro fue escrito por primera vez en 1688 y este ejemplar es una reimpresión de 1704. Ha regresado a nosotros porque una dama de Gales, cuya madrina falleció, lo encontró entre sus pertenencias. En su testamento estaba la indicación de que debía regresar a la catedral de Sheffield”, explicó el párroco.
De acuerdo con Farrow al interior del libro está fechado en 1709, fecha en que presuntamente se habría sacado de la biblioteca, y en letra muy legible aún dice “este libro pertenece a la biblioteca de préstamo de la iglesia de Sheffield, que es la catedral de Sheffield”.
Así que es claro que el libro se sacó a préstamo y nunca se regresó.
“Estoy tratando de averiguar cuál sería la multa del bibliotecario; nunca se sabe, ¡podríamos conseguir un techo nuevo o algo con la multa! Pero le prometí a la familia que no les cobraría la multa, me devolvieron el libro y eso es maravilloso. Así que este librito, hace poco más de 300 años, salió de la biblioteca. Ahora ha vuelto a casa, así que es un placer tener esta pequeña joya aquí en la catedral de Sheffield”, bromeó Farrow.
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