Xi Jinping y Kim Jong-un se comprometieron a llevar las relaciones bilaterales hacia una “nueva fase”, ahora que los dos vecinos celebran el 60 aniversario de su tratado de amistad, informaron este domingo los medios de comunicación oficiales de Pyongyang.
Beijing es desde hace tiempo el principal aliado diplomático y respaldo económico de Corea del Norte. Una relación heredada de la Guerra de Corea (1950-1953), cuando Mao Zedong envió a millones de “voluntarios” a luchar contra la fuerza de las Naciones Unidas liderada por Washington.
El 11 de julio de 1961, los dos países firmaron un tratado de amistad, cooperación y asistencia mutua. Mao dijo entonces que los dos aliados eran tan cercanos como “los labios y los dientes”.
Las relaciones han evolucionado a lo largo de las décadas y han estado marcadas sobre todo por la ambición cada vez más fuerte de Corea del Norte en el ámbito de las armas nucleares.
Los dos vecinos se esforzaron, sin embargo, en consolidar su alianza tras el fracaso de las negociaciones entre Pyongyang y Washington sobre el tema nuclear.
“Pese a la complejidad sin precedentes de la situación internacional en los últimos años, la camaradería llena de confianza y la amistad militante entre la RPDC y China se refuerzan a diario”, escribió Kim en un mensaje a Xi, utilizando las iniciales oficiales del régimen, la República Popular y Democrática de Corea.
En su mensaje citado por la agencia de prensa oficial KCNA, el líder norcoreano insiste en la importancia del tratado para “garantizar la paz y la estabilidad en Asia y en el resto del mundo en un momento en el que las fuerzas hostiles están más desesperadas que nunca en sus acciones de obstrucción”.
Xi, por su parte, escribió, según KCNA, que cuenta promover “una mayor felicidad” entre los dos países y sus pueblos “llevando con determinación las relaciones de amistad y cooperación entre los dos países hacia una nueva fase”.
El tono de estos mensajes contrasta con el estado de la relación entre los dos hombres hace tan solo unos años.
Hubo que esperar a marzo de 2018 para que Kim, quien sucedió a su padre a finales de 2011, fuera a visitar a Xi en Beijing. Se han reunido un total de cinco veces.
Según algunos expertos este intercambio de mensajes va dirigido a Estados Unidos para que tome nota de la calidad de los vínculos entre los dos países. Todo ello en un contexto de estancamiento diplomático sobre la desnuclearización, y de deterioro en las relaciones entre Beijing y Washington.
“Es un matrimonio de conveniencia”, estima Park Won-gon, profesor de estudios norcoreanos en la Universidad Ewha.
Desde el final de la Guerra de Corea, los dos aliados han pasado por muchos desacuerdos, explica a la AFP, y “nunca confiarán de verdad el uno en el otro”. Pero se necesitan contra Estados Unidos. “Cuanto más cerca estén entre sí, más complicado será resolver el dossier de las armas nucleares norcoreanas”, añade.
El Rodong Sinmun, el periódico oficial del gobernante Partido de los Trabajadores, también publicó un editorial en el que calificaba la cooperación bilateral como un “arma poderosa” que les permite ganar cualquier guerra antiimperialista y luchar en defensa del socialismo, recoge la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.
El intercambio de mensajes se ha producido después de que Kim enviara un mensaje de felicitación a Xi con motivo del centenario del Partido Comunista de China, en el que prometió elevar las relaciones con China a un nuevo punto estratégico.
(Con información de EFE y Europa Press)
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