Estados Unidos envió este domingo un destructor a las aguas de las disputadas Islas Paracelso, en el mar de China Meridional, en una operación de navegación que irritó a Beijing, cuyas autoridades militares afirmaron que persiguieron a la nave.
La Marina estadounidense, en un comunicado de la oficina de Asuntos Públicos de la 7ª Flota, rechazó la declaración china como falsa, pero no dio detalles sobre un posible encuentro con las fuerzas del EPL.
El USS Benfold llevó a cabo la operación “de acuerdo con el derecho internacional y luego continuó llevando a cabo operaciones normales en aguas internacionales”, según el comunicado. La declaración china fue “la última de una larga serie de acciones de China para tergiversar las operaciones marítimas legales de Estados Unidos y hacer valer sus excesivas e ilegítimas reclamaciones marítimas”, añadió la Marina.
Filipinas, Vietnam, Malasia, Taiwán y Brunéi reclaman partes de este estratégico mar por el que circula el 30% del comercio global, además de albergar yacimientos de petróleo y gas, mientras que China asegura tener soberanía de estas aguas en su totalidad.
“Al llevar a cabo esta operación, Estados Unidos demostró que estas aguas están más allá de lo que China puede reclamar legalmente como su mar territorial, y que las líneas de base rectas reclamadas por China alrededor de las islas Paracelso son incompatibles con el derecho internacional”, dijo la Marina estadounidense.
El domingo, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, advirtió a China sobre sus “amenazas” a Filipinas y reiteró que cualquier “ataque armado” activaría los compromisos de defensa entre ambos países.
En un comunicado del Departamento de Estado del país norteamericano, destacó que “en ningún lugar el orden marítimo basado en las reglas internacionales se encuentra más amenazado que en el Mar de China Meridional” debido a que “China continúa coaccionando e intimidando” a los países del sudeste asiático.
El mensaje fue lanzado además con motivo del quinto aniversario del fallo del Tribunal Permanente de Arbitraje en el que se dio la razón a Filipinas en su disputa marítima con China y determinó que este último país no tiene ningún derecho “histórico” al que agarrarse para reclamar ciertas zonas del mar Meridional.
Por último, Blinken hizo un llamado a China “para que cumpla con sus obligaciones bajo el Derecho Internacional” y cese su comportamiento provocador”.
Horas después, los militares chinos difundieron su versión de la incursión de la nave estadounidense. El buque USS Benfold “había entrado en aguas territoriales chinas sin autorización del Gobierno chino”, según un comunicado publicado en la cuenta oficial del Comando del Teatro de Operaciones del Sur en la red social WeChat.
El EPL envió una advertencia al destructor y sus fuerzas navales lo siguieron, según indicó Tian Junli, portavoz del comando, en el comunicado.
El comportamiento del destructor “es una violación de la soberanía china, socava la paz y la estabilidad del Mar Meridional de China y viola los principios básicos del derecho y las relaciones internacionales”, según el comunicado, el cual también acusó a Estados Unidos de ser la verdadera fuerza desestabilizadora en la región.
(Con información de AP, Europa Press y Reuters)
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