Tras entregarse “in extremis” anoche pacíficamente a la Policía, el ex presidente sudafricano Jacob Zuma cumplió este jueves la primera jornada de los 15 meses de prisión a los que fue condenado por negarse reiteradamente a declarar por corrupción, en una sentencia histórica para la democracia del país.
“No tendrá ningún trato preferencial”, afirmaron los responsables de la cárcel donde se encuentra Zuma, denominada Estcourt (en la oriental provincia de KwaZulu-Natal), en una breve comparecencia ofrecida hoy junto al ministro de Justicia y Servicios Correccionales sudafricano, Ronald Lamola.
De acuerdo a este ministro, que visitó la prisión hoy, Zuma, de 79 años, se encuentra bien y con “buen ánimo”, aunque permanecerá las dos primeras semanas aislado debido los protocolos imperantes de lucha contra la covid-19.
Zuma gozará de los mismos derechos que cualquier preso de su tipo y, según recalcó Lamola, será tratado de forma “humana” durante el periodo de encarcelamiento.
El ex jefe de Estado tendrá acceso a una televisión y a un teléfono público (no a un celular), y vestirá un mono de color naranja, como el resto de reclusos.
El ministro confirmó también que el ex mandatario podrá optar a la libertad condicional una vez cumpla un cuarto de su sentencia, dadas las condiciones de su condena.
Pese al encarcelamiento, el equipo legal de Zuma mantiene la esperanza de poder revertir el castigo, gracias a distintas peticiones legales interpuestas ante la Justicia que se debatirán en los próximos días.
Cárcel por negarse a declarar
Tras varios días de suspense, y ante la estupefacción general, se entregó el carismático y polémico Zuma, que ganó notoriedad junto a Nelson Mandela --cuando ambos estaban en prisión-- antes de convertirse en jefe de inteligencia del Congreso Nacional Africano (CNA) en el exilio, en la época del apartheid.
“El presidente de teflón”, como lo llamaban sus críticos porque siempre lograba eludir a la justicia, mantuvo en vilo al país hasta el miércoles a medianoche, cuando se cumplía el ultimátum impuesto para que fuera encarcelado.
Zuma, de 79 años, fue condenado la semana pasada por la Corte Constitucional a 15 meses de prisión firme por negarse a declarar a investigadores anticorrupción.
El hecho marca un momento histórico para África, por ser la primera vez que un ex gobernante es encarcelado por negarse a responder en una investigación sobre corrupción.
Zuma montó una defensa de última hora y se negó a entregarse la noche del domingo, como había ordenado la corte.
En un notable cambio de postura respecto a sus desafiantes comentarios precedentes, el ex mandatario dijo la cárcel sería para él una “sentencia de muerte”, dada su avanzada edad, su “salud” y la pandemia de covid-19 (enfermedad para la que no se ha inmunizado pese a haber podido acceder a la vacunación desde mayo).
Según el fallo, la policía tenía un plazo de tres días para detenerlo si no se entregaba.
Corrupción y nepotismo
Zuma, cuyo mandato estuvo marcado por escándalos de corrupción y nepotismo, dejó el poder por la fuerza en 2018 tras permanecer nueve años en el cargo y fue sustituido por Cyril Ramaphosa, quien hizo de la lucha contra la rampante corrupción una de sus banderas.
El CNA en el poder saludó una victoria para la “independencia de la justicia”. Pero “sin ninguna duda”, el episodio es “difícil de vivir”, reconoció el partido, que llamó a la “calma y al respeto” de las reglas.
Numerosos sudafricanos saludaron su encarcelamiento, que puede marcar un hito en una nueva era en la que salga reforzado el Estado de derecho.
La Fundación Nelson Mandela dio hoy la bienvenida a la decisión de Zuma de entregarse, pero recalcó que “durante cerca de dos décadas” el ex presidente “actuó con impunidad e impulsó la cultura de la impunidad a su alrededor”.
También los partidos de la oposición celebraron su encarcelamiento como una prueba del imperio de la ley.
“Nadie está por encima de la ley” repitieron, como un mantra, varios testigos y actores en la televisión en estos últimos días.
La ícono anticorrupción Thuli Madonsela saludó “un día de gloria, ya que” el encarcelamiento de Zuma “demuestra que prevalece el Estado de derecho”.
Si el ex presidente no hubiera ido a prisión “ello habría provocado una onda de choque en el sistema”, declaró Mandonsela el jueves a la televisión pública.
Detenido 10 años con Mandela
El ex mandatario estuvo detenido 10 años en la prisión de Robben Island, junto a Mandela, durante la época del apartheid.
Pese a su golpeada imagen, el ex presidente tiene un peso importante entre altos cargos y miembros de base del gobierno.
El fin de semana le dijo a sus simpatizantes que habría caos si la policía se “atrevía” a detenerlo.
Nacido en una comunidad rural donde no recibió educación formal, llegó a ser uno de lo líderes del CNA durante la lucha contra el apartheid.
Zuma también ha sido acusado de participar en un caso de soborno de hace más de 20 años.
Enfrenta 16 cargos de fraude, corrupción y crimen organizado por la compra en 1999 de aviones de combate, lanchas patrulleras y equipo militar de cinco firmas europeas por sumas millonarias.
Ya en 2016 tuvo que devolver, por orden del Tribunal Constitucional, medio millón de euros de dinero público que se gastó de forma irregular en la reforma de su residencia privada.
(Con información de AFP y EFE)
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