El atentado contra un famoso periodista de investigación conmociona y moviliza a Países Bajos

Peter de Vries, quien se volvió un objetivo del mundo criminal tras comparecer frecuentemente como testigo ante los tribunales, recibió cinco disparos en el centro de Ámsterdam

Peter R. de Vries (AFP)

El tiroteo en Ámsterdam contra un célebre reportero de investigación, Peter R. de Vries, ha movilizado este miércoles a Países Bajos, incluida la policía y la justicia, con quienes ha colaborado durante décadas para resolver casos criminales, mientras se sigue investigando lo ocurrido, con dos sospechosos arrestados e incomunicados.

A las 19.30 (hora local, 17.30 GMT) del martes, el periodista recibió cinco disparos, uno en la cabeza, cuando caminaba por el centro de Ámsterdam, por donde se le veía a menudo después de participar en un programa de radio. Según los testigos, vestía traje beige, iba mirando su móvil y caminaba solo hacia su coche.

La Policía neerlandesa confirmó que tiene a un polaco de 35 años y un holandés de 21 como principales sospechosos del tiroteo, y pasarán a disposición judicial el viernes. Ambos fueron arrestados cerca de La Haya, tras darse a la fuga después de presuntamente disparar a De Vries, de 64 años.

Investigaciones de la policía en el centro de Ámsterdam (Reuters)

Los agentes llevaron a cabo registros domiciliarios en varios puntos del país e incautaron varios soportes de datos informáticos y munición que podrían pertenecer a los detenidos, pero siguen sin confirmar sus sospechas sobre los posibles motivos del ataque al periodista, ni si descartan hipótesis.

Mientras, se sucedieron las reacciones por lo ocurrido. Henk Naves, presidente del Consejo de la Judicatura, consideró que el ataque deja impactado el Estado de derecho y señaló que los periodistas como De Vries “ejercen control sobre los jueces y los mantienen alerta” para llevar a cabo un juicio justo.

“Son indispensables dentro de nuestro Estado constitucional democrático y debemos hacer todo lo posible para que puedan hacer su importante trabajo sin temor a la violencia”, afirmó.

Tras una reunión con el sindicato de periodistas neerlandeses NVJ, el ministro de Medios de Comunicación, Arie Slob, instó a esperar a la investigación para sacar conclusiones, pero subrayó que “sea cual sea el motivo, esto es simplemente intolerable” porque el periodismo “es uno de los flotadores del Estado de derecho”.

Ofrendas florales en el lugar del ataque (Reuters)

Además, admitió el “preocupante” aumento de las amenazas contra los periodistas en Países Bajos, donde muchos reporteros “se sienten menos seguros” a la hora de hacer su trabajo por el acoso social. La televisión pública NOS se vio obligada a retirar en pandemia su logotipo de sus unidades móviles por las amenazas recibidas por sus periodistas.

Antes de un debate parlamentario en La Haya, el primer ministro Mark Rutte señaló que este miércoles “17 millones de personas simpatizan” con el periodista y aseguró que De Vries es un hombre “tenaz, luchador, no siempre fácil, que presta atención a las víctimas”.

En cuanto a la lucha contra el crimen organizado, el ministro de Justicia, Ferdinand Grapperhaus, enfatizó que esta batalla “es cuestión de años”, pero aseguró que Países Bajos “la ganará”.

En 2019, el abogado Derk Wiersum fue asesinado a tiros en Ámsterdam por representar a un testigo protegido -y fuente de De Vries- en un caso contra el líder de la organización criminal más temida del país, Ridouan Taghi.

Aunque no está claro el motivo del ataque, muchos medios locales apuntan al juicio de Marengo, en el que juega un papel importante con su testimonio contra Taghi.

La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, subrayó que “este atentado contra la vida de De Vries ha conmocionado a la ciudad, pero (los vecinos) están furiosos y movilizados” contra este “ataque cobarde y brutal” al periodismo. “Tiene admiradores en todos los círculos de la sociedad y es amado en todas partes de nuestro país”, agregó la regidora, que señaló que la policía está haciendo lo posible por esclarecer lo ocurrido.

(AFP)
(Reuters)

No se ha sabido nada nuevo del estado de salud del periodista, aunque su hijo, Royce de Vries, reconoció hoy que “la peor pesadilla (de la familia) se hizo realidad” tras el tiroteo. “Nosotros, como familia, rodeamos a Peter con amor y esperanza durante esta etapa difícil. Aún hay mucha incertidumbre, pero lo cierto es que todas las declaraciones de respaldo de todo el país ofrecen ahora un apoyo enorme”, escribió en un tuit.

Lo ocurrido no solo ha movilizado a la sociedad neerlandesa, también ha impactado fuera del país. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, condenó este “crimen” como “un ataque contra nuestros valores fundamentales y la libertad de prensa”.

Y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se declaró “impactada y alarmada” por lo ocurrido, e instó a “las autoridades nacionales a esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia”.

De Vries obtuvo fama internacional en 2008 cuando le concedieron un premio Emmy por su informe sobre la desaparición de la estadounidense Natalee Holloway en Aruba.

El periodista tiene una especial predilección por casos no resueltos, “cold-case”, que incluyen en particular el asesinato de Nicky Verstappen, un niño de 11 años, que había desaparecido de un campamento juvenil en 1998, y antes de ser asesinado fue agredido sexualmente.

Se convirtió en portavoz de la familia de la víctima cuando, en 2018, el caso tomó un nuevo giro, lo que llevó a condenar a un sospechoso.

Desde hace años, De Vries comparece frecuentemente como testigo ante los tribunales como consecuencia de su experiencia en varios casos, que incluye al juicio contra Willem Holleeder por el asesinato de Cor Van Hout (secuestradores de Heineken), en 2003.

De acuerdo a observadores, este rol lo convirtió en objetivo del mundo criminal. Durante una audiencia particularmente caldeada, Holleeder no dudó en calificarlo como “sucio delincuente”.

(Con información de EFE y AFP)

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