El Banco Popular de China podría flexibilizar su política monetaria en el segundo semestre, informaron las autoridades el miércoles, en un cambio de estrategia que sugiere que la recuperación pospandémica del gigante asiático puede ser más débil de lo que parece.
“Dado el impacto de los mayores precios de las materias primas en la producción y operación empresarial, la reunión decidió mantener la estabilidad de la política monetaria y mejorar su efectividad, sin recurrir a estímulos masivos”, dijo un comunicado de prensa de la reunión del Consejo de Estado, el máximo órgano del poder ejecutivo chino, presidida por el primer ministro Li Keqiang.
Las autoridades agregaron que “se introducirán recortes en el coeficiente de reserva requerido”, una medida que busca poner a disposición de los bancos más liquidez para impulsar los préstamos a las empresas, recortando la cantidad de dinero que tienen que mantener en las reservas.
Las declaraciones del Consejo de Estado supusieron un cambio brusco de la retórica oficial. Durante meses, los funcionarios chinos enfatizaron que la excesiva liquidez global corría el riesgo de alimentar burbujas especulativas, mientras que algunos analistas pronosticaban una política más estricta en junio.
Por eso, la preocupación ahora es que las cifras económicas clave que se publicarán la próxima semana, incluidos los datos de crecimiento trimestrales, pueden estar significativamente por debajo las expectativas, una advertencia para la mayoría de las economías que reabrieron más tarde que China.
China logró controlar rápidamente el brote interno de coronavirus y fue la única economía importante que creció el año pasado. El país fue relativamente cauteloso con su programa de flexibilización debido al enfoque del gobierno en la estabilidad de precios y la limitación del crecimiento de su deuda. El banco central, que dijo el año pasado que “no usa todas sus balas a la vez”, no ha ajustado ninguna de sus tasas de política en más de un año. China también fue una de las primeras economías importantes en comenzar a normalizar la política de estímulos. Sin embargo, la persistente propagación de la enfermedad en el extranjero y el aumento de los precios de las materias primas se han sumado a la incertidumbre interna.
Los analistas ya comenzaron a observar algunas señales: el lunes, la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China dijo que las ventas de autos de pasajeros en China probablemente cayeron un 14,9% en junio respecto al año anterior. Los automóviles son un componente importante de las ventas minoristas; asimismo, la industria manufacturera experimentó en junio un avance de 0,1 puntos menor al del mes anterior en su indicador de referencia, el índice gerente de compras (PMI), que se situó en los 50,9 enteros. Esta marca fue la segunda más baja del año tras los 50,6 de febrero y supuso el tercer mes seguido de desaceleración. En los últimos dos meses, el gasto de los consumidores también creció más lento de lo esperado y las autoridades han mantenido sus esfuerzos para apoyar a las empresas privadas más pequeñas, que generan una proporción significativa de puestos de trabajo.
Frente a la ralentización económica, las autoridades también decidieron levantar las restricciones de registro de hogares para permitir que aquellos que trabajan por su cuenta en zonas alejadas de sus lugares de origen tengan acceso a planes de seguro médico y de pensión locales. Los líderes chinos dijeron que también probarán un seguro de lesiones ocupacionales, principalmente para los conductores de transporte, entrega de alimentos y entrega rápida.
Las declaraciones del Consejo de Estado hicieron que las acciones chinas cayeran este jueves a la vez que empujaron los rendimientos de los bonos de referencia a 10 años por debajo del 3% el jueves por primera vez desde agosto.
La señal de China de una política monetaria más flexible se produce cuando los bancos centrales de todo el mundo están evaluando que políticas adoptar después de que se implementaron una serie de recortes de tasas de interés y billones de dólares en estímulos para proteger a las economías del impacto del coronavirus. Algunos han comenzado a reducir las medidas de emergencia, y cinco autoridades monetarias ya han subido las tasas este año. Otros, como la Reserva Federal de Estados Unidos, están comenzando a discutir planes para para endurecer la política y alejarse gradualmente de las medidas de estímulo tomadas a raíz de la pandemia.
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