Al menos 70 personas murieron ahogadas y cerca de medio millar fueron interceptadas o rescatadas frente a las costas de Túnez y Libia en el fin de semana más trágico para la migración en la ruta del Mediterráneo Central, una de las más mortíferas del mundo.
Fuentes de la Media Luna Roja confirmaron que a lo largo del lunes patrulleras tunecinas hallaron los cadáveres de 21 migrantes que se ahogaron al caer de una barca fletada por mafias locales en la ciudad meridional de Sfax, segundo puerto comercial del país.
Otras 50 personas que viajaban a la deriva pudieron ser rescatadas y trasladadas a tierra donde recibieron los primeros auxilios y fueron puestas en cuarentena antes de ser entregadas a las autoridades judiciales para su posterior procesamiento.
Según estas fuentes, la mayor parte de las víctimas y de los rescatados procedían de diversos países del África Subsahariana y se habían embarcado el mismo domingo, aprovechando el buen clima en la zona.
EL PEOR NAUFRAGIO DEL AÑO
El viernes, otras 49 personas desaparecieron frente a la costa de Túnez al naufragar una embarcación precaria fletada en la ciudad libia de Zawara por mafias transnacionales dedicadas al contrabando de personas.
Según la Media Luna Roja tunecina, el bote neumático había salido horas antes desde la citada localidad, vecina a la frontera con Túnez, y navegaba a la deriva debido a los fuertes vientos, el oleaje y las corrientes, que la arrastraron hacia el oeste.
En ella viajaban 80 personas más, en su mayoría procedentes de Egipto, Sudán, Eritrea y Bangladés, que fueron rescatadas y llevadas a tierra, donde recibieron los primeros auxilios antes de ser enviadas a centros de detención y ser entregadas a las autoridades locales para su procesamiento.
Este es el naufragio más grave que ocurre en lo que va de año frente a las costas de Túnez después de que el pasado 17 de abril otras 41 personas, entre ellas una decena de mujeres y un niño de corta edad, murieron ahogadas al hundirse una embarcación precaria que había sido fletada por mafias locales en la playa de Sidi Mansour, próxima a Sfax, segunda ciudad en importancia del país.
La embarcación, que había salido de madrugada con la intención de llegar a la cercana isla italiana de Lampedusa, se hundió debido a su precariedad, el sobrepeso y las condiciones climáticas adversas, con lluvia, fuertes vientos y gran oleaje, agregó la fuente.
UNA TRAGEDIA ANUNCIADA
Diversas organizaciones humanitarias habían alertado del alto riesgo de naufragios a lo largo del pasado fin de semana debido a las excelentes condiciones climáticas de los últimos diez días, en la que habían muerto una decena de personas y rescatadas medio centenar más.
Los náufragos procedían de Bangladés, Eritrea, Egipto, Mali y Costa de Marfil y había salido desde la ciudad libia de Zawara.4
Según la ONG Foro Tunecino por los Derechos Económicos y Sociales (FTDES), cerca de 2.800 personas, incluidos 322 menores no acompañados, lograron alcanzar la costa italiana desde Túnez durante los cinco primeros meses del año, mientras que 215 perdieron la vida en la travesía.
Además, hasta finales de mayo las patrullas tunecinas interceptaron a más de 5.500, un aumento del 133% respecto a 2020 y de un 500% a 2019.
Según las estadísticas de la OIM, alrededor de 700 personas se ahogaron en el Mediterráneo en lo que va de año en su intento por alcanzar las costas de Europa, una cifra que el programa Missing Migrants advierte que podría ser mayor, ya que existen embarcaciones “fantasma” cuyo rastro es complejo de seguir.
Solo en la última semana, 949 personas migrantes, entre ellas 29 menores y 88 mujeres, fueron interceptadas por la Guardia Costera libia y devueltas a Libia pese a ser considerado un país “no seguro”.
OCEAN VIKING
El barco de rescate Ocean Viking, de la organización humanitaria SOS Méditerranée, que lleva a bordo 572 personas rescatadas en seis operaciones de salvamento en los últimos días, instó a la Unión Europea (UE) para que coordine su desembarco de forma urgente.
El barco es el único que opera en estos momentos en el Mediterráneo Central en espera de que en las próximas horas se incorpore a la zona el Open Arms, de la homónima organización española, tras más de dos meses y medio bloqueado en puerto.
”Hacemos un llamamiento a la UE para que coordine su desembarco urgente en un lugar seguro”, dijo Luisa Albera, coordinadora de búsqueda y recate a bordo del Ocean Viking, ante “la continúa ausencia de coordinación por parte de las autoridades marítimas” y después de la complicada operación llevada a cabo este lunes.
En ese último rescate “extremo”, que duró más de cinco horas, 369 personas fueron evacuadas de un bote de madera sobrecargado que estuvo a punto de zozobrar varias veces y que tuvo que ser estabilizada con unos dispositivos especiales antes de trasladar a los supervivientes, muchos de ellos en camillas.
”Lo que hemos visto en el mar en los últimos días es desgarrador. No solo salvamos a cientos de personas -que se arriesgaron a morir en el mar en lugar de quedarse en Libia- sin ninguna coordinación de las autoridades marítimas, sino que también vimos los restos de otras embarcaciones interceptadas por la Guardia Costera libia, incluso en la zona de salvamento de Malta”, dijo Albera en un comunicado.
Añadió que “todas las personas interceptadas son devueltas por la fuerza e ilegalmente a Libia, que no puede considerarse un lugar seguro según el derecho marítimo” e instó a la UE a que “como mínimo, coordine el desembarco de los 572 supervivientes a bordo de nuestro barco a un lugar seguro”.
(con información de EFE)
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