Las tensiones entre el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, y la Unión Europea (UE) siguen en aumento. El viernes, Lukashenko anunció el desmantelamiento de “células terroristas durmientes” relacionadas, según él, con países occidentales.
“El objetivo de esas células”, que estarían vinculadas a Alemania, Ucrania, Estados Unidos, Polonia y Lituania, era “derribar al régimen de forma violenta”, aseguró Lukashenko.
Además, dijo que “un número enorme de armas circulaba hacia Bielorrusia desde Ucrania” y anunció que había ordenado a los guardias fronterizos que “cierren definitivamente la frontera” con el país vecino.
Lukashenko, que lleva casi 27 años en el poder en Bielorrusia, ha acusado a Occidente en varias ocasiones de querer “desestabilizar” a su país para poder derrocar al gobierno.
Mientras tanto, la Unión Europea anunció el viernes un plan económico y de inversiones de 2.300 millones de euros para Europa del Este que incluye a Bielorrusia, pese a que el lunes Minsk anunció que suspendía su participación en la Asociación Oriental de la Unión Europea y convocó a su embajador en Bruselas, en represalia por las sanciones europeas ordenadas a causa de la represión política.
“Las iniciativas incluyen a Bielorrusia, pero con las líneas rojas dadas por la posición de la UE sobre la situación en el país”, explicó Peter Stano, portavoz de exteriores de la UE, a la vez que aclaró que el bloque sí tiene suspendida toda cooperación que pueda beneficiar al régimen de Lukashenko.
“La UE está siendo clara en su respuesta a la represión y los ataques a las libertades y derechos en Bielorrusia, hemos introducido sanciones y restricciones pero hemos sido claro al decir que no deben tener un impacto en la relación con la sociedad civil”, añadió Stano.
En ese contexto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, prometió el jueves a Bielorrusia que continuará ayudando al país para superar la crisis política y las sanciones impuestas por la UE.
”Continuaremos ofreciendo una ayuda abarcadora al hermano pueblo bielorruso en la actual compleja situación política interna de Bielorrusia”, afirmó durante una sesión plenaria telemática del Foro de las Regiones de Rusia y Bielorrusia, dedicada a la cooperación científica y técnica.
Putin constató ante Lukashenko que Bielorrusia es víctima de “una incesante presión política y de sanciones, además de esfuerzos persistentes para desestabilizar la situación desde el exterior” desde que estallaron las protestas antigubernamentales en agosto de 2020 por las fraudulentas elecciones presidenciales.
”Consideramos que la prohibición de suministrar a los países de la UE una serie de productos de Bielorrusia daña los intereses del empresariado y de la gente simple. Los que toman estas medidas debían haber pensado en eso”, añadió.El líder ruso destacó que las sanciones afectan no solo a los bielorrusos sino también a los europeos.
Las tensiones entre Bielorrusia y los europeos se han acentuado a raíz de la fuerte represión de un movimiento de protesta poselectoral en 2020 y del desvío de un avión comercial de RyanAir, el pasado mayo, por parte de las autoridades bielorrusas para detener a un periodista crítico que se encontraba a bordo.
Con información de AFP, EuropaPress y EFE
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