La Unión Europea ha condenado las recientes decisiones adoptadas por la Fiscalía de Rusia, que ha propuesto incluir a varias organizaciones no gubernamentales como “organizaciones indeseables”, y ha lamentado que son “la última confirmación del desprecio de las autoridades rusas de la sociedad civil independiente”.
“Ninguna de las actividades de estas ONG justifica tales medidas”, ha asegurado el Servicio Europeo de Acción Exterior en un comunicado, para insistir en que los Veintisiete ya han condenado con anterioridad “la legislación rusa sobre ‘organizaciones indeseables’ y ‘agentes extranjeros’”.
Estas dos leyes “van en contra de las obligaciones internacionales de Rusia y los compromisos de Derechos Humanos”, además de tener un impacto “negativo” en el trabajo de la sociedad civil en Rusia.
En este sentido, han reiterado su apoyo “pleno” al papel que desempeñan estas ONG independientes en el “desarrollo del entendimiento mutuo a través de las fronteras y la mejora de las relaciones entre países”.
Por último, han insistido en que es “fundamental fomentar un entorno abierto e inclusivo para su crecimiento”, por lo que ha pedido a las autoridades rusas que revoquen estas decisiones y contribuyan “a la promoción de los contactos entre pueblos en beneficio tanto de Rusia como de la Unión Europea”.
Este miércoles, la Fiscalía de Rusia recomendó incluir cuatro organizaciones --tres británicas y una francesa-- en la lista de “organizaciones indeseables” del Gobierno ruso, un día después de que también sugiriera incluir la Compañía Checa de Libertad.
Por otra parte, Vladímir Putin, promulgó este jueves una ley que obligará a los gigantes tecnológicos extranjeros como Facebook, Twitter o Google a abrir oficinas de representación en el país si no quieren sufrir sanciones o bloqueos.
La ley se enmarca en la política más amplia de Rusia de castigar con multas y otras restricciones a los gigantes de internet estadounidenses por no borrar contenido prohibido por la ley nacional o por bloquear contenidos de medios de comunicación rusos.
La normativa está dirigida contra las tecnológicas con una audiencia diaria o con número de usuarios por encima de los 500.000 en Rusia y las obliga a crear filiales, oficinas de representación plenas o entidades jurídicas rusas en el país.
Los responsables de estas oficinas deben poder representar completamente los intereses de sus matrices, de manera que tendrán que asumir la responsabilidad si violan las leyes rusas y ser la principal vía de interacción con los reguladores locales.
También tendrán que abrir una cuenta personal en la página web de Roskomnadzor, el regulador ruso de las comunicaciones, entre otros requisitos.
Si las grandes empresas tecnológicas ignoraran los requisitos, se enfrentarían a una serie de medidas de castigo.
Las sanciones más graves son un bloqueo parcial o total de sus actividades.
(Con información de Europa Press)
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