Agravada por la propagación de la variante Delta del SARS-CoV-2, Rusia ha advertido sobre una propagación “explosiva” de las infecciones por coronavirus, mientras el país lleva adelante una lenta campaña de vacunación.
Además de reconocer el crecimiento exponencial de los contagios en todas las regiones rusas, la viceprimera ministra Tatiana Golikova solicitó medidas restrictivas más fuertes y la aceleración de la estrategia de inmunización.
“La semana pasada, la tasa de mortalidad relacionada con Covid aumentó en un 21,3 por ciento en comparación con los meses anteriores”, dijo Golikova, ya que el país registra miles de casos nuevos y cientos de muertes cada 24 horas.
La semana pasada, la tasa de mortalidad relacionada con covid aumentó en un 21,3 por ciento
Estos datos se dan luego de que el país resolviera la vacunación obligatoria para ciertas categorías de la población, y cuando el fuerte rebrote se explica por la variante Delta, altamente virulenta.
El propio presidente, Vladimir Putin, en varias oportunidades, ha pedido a los rusos que se inmunicen con la vacuna Sputnik V, un inoculante que se enfrenta a cierta desconfianza y reticencia por parte de la población. Sin embargo, los pedidos presidenciales no calaron aun entre los rusos y solo un 15% de la población ha aceptado recibir una inyección.
Otra ratificación del mal momento sanitario fueron las declaraciones del alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, quien ha asumido un papel protagónico en la respuesta de Rusia a la pandemia. Sobyanin coincidió al manifestar que “la situación se ha vuelto explosiva”
La intendencia de Moscú el pasado 16 de junio, como otras regiones, ha anunciado desde entonces la vacunación obligatoria para ciertos grupos de población. Empezando por San Petersburgo, que, sede de la Eurocopa de fútbol, registró mil casos el lunes 21 de junio por primera vez desde febrero. Desde Sajalín en el extremo oriental del país hasta Tver en el oeste, una docena de regiones, sobre un total de 85, han implementado programas muy severos para inclinar a la gente a vacunarse.
Incluso con otras tres vacunas disponibles, y el uso del desarrollo Sputnik V del Instituto Gamaleya disponible en unos 70 países, cualquier medida restrictiva u obligatoria es rechazada por lo ciudadanos.
Según los estudio de secuencia genómica, Sobyanin tambien precisión que la variante Delta, que se originó en India, representa casi el 90% de los casos nuevos en Moscú. Con este cuadro de situación, se han registrado más de 50.000 nuevas infecciones en la capital rusa, el epicentro del brote, durante las últimas dos semanas, calificandola de pandemia alta.
La capital rusa debió volver a imponer medidas sanitarias, aunque no tan severas como el bloqueo del año pasado: cierre de áreas públicas, restricciones en bares, restaurantes y centros comerciales, además de la limitación de eventos que reúnen a más de 1.000 personas. Las limitaciones, como en el resto del país, se enfrentan al deterioro económico, faltante de productos, inflación, un panorama que aumenta el descontento social entre los rusos.
Siendo la vacuna gratis el rechazo es preocupante. Desde diciembre sólo 20,6 millones de una población de unos 146 millones han recibido al menos una dosis de una vacuna, según el sitio web Gogov, que cuenta las cifras de COVID 19 de las regiones y los medios.
De acuerdo a números oficiales, Rusia se encuentra entre los países más afectados por la pandemia, con la sexta mayor cifra de casos en el mundo.
A nivel nacional, el país registró ayer 17.303 nuevos casos y 539 muertes, de acuerdo a los datos de la Universidad Johns-Hopkins. El fin de semana pasado, la mortalidad por Covid-19 aumentó un 14% en dos días. Estos datos llevan a las autoridades al llamado, casi en tono de urgencia, para que los rusos cambien su desconfianza y decidan vacunarse para detener este gran rebrote.
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