Un increíble giro en un caso que aterró a Grecia y al Reino Unido ocurrió tras la confesión de Babis Anagnostopoulous de que fue él quien asesinó a su esposa Caroline Crouch, madre de su hija de 11 meses, la cual había sido reportada muerta tras un supuesto robo a la casa de la pareja en Atenas que ahora se sabe fue un intento de encubrimiento del crimen por parte del hombre de 33 años.
Los hechos sucedieron el 11 de mayo pasado cuando la policía de Atenas recibió una llamada de Babis en la que reportó un robo en el que tres hombres armados habían irrumpido en su casa, lo habían atado de manos y pies a una silla y habían estrangulado hasta la muerte a su esposa, la británica Caroline Crouch, todo frente de su pequeña bebé de 11 meses.
La policía verificó la escena del crimen y en un primer momento le dieron crédito a las palabras del hombre griego. En esa primera versión dijo que los ladrones habían desactivado las cámaras de seguridad de la casa y que en medio del atraco también mataron al perro de la pareja y huyeron llevándose joyas por valor de USD 30.420 y USD 18.000 en efectivo.
Sin embargo, la semana pasada Babis Anagnostopoulous confesó ser el autor del crimen de Caroline y hoy enfrentó la primera audiencia de un juicio que lo podría llevar a pasar el resto de su vida en la cárcel.
De acuerdo con la confesión de Babis -quien es piloto de aviones- él habría estrangulado a Caroline “sin intención” y en medio de una discusión que estaban sosteniendo. Al ver que su esposa murió entró en pánico, pues pensó que lo alejarían de su pequeña hija Lydia y por eso inventó toda la coartada del robo.
Según el mismo Anagnostopoulous, para hacer su coartada más creíble asesinó a su perro mascota, un cachorro Husky de siete meses llamado Roxy, muerte por la que también enfrenta cargos.
El caso tiene conmocionada a toda Grecia, de donde es Anagnostopoulous, pues la muerte de Caroline tuvo mucha atención mediática, y en el mes que pasó desde los hechos, su supuestamente afligido esposo apareció en varios programas y tabloides contando la historia de cómo asesinaron a su pareja.
La confesión
El miércoles de la semana pasada, Babis Anagnostopoulous asistió a un servicio conmemorativo de la muerte de su esposa al que también asistieron sus padres y los de su ex pareja.
Allí, el hombre se fundió en un sentido abrazo con la madre de Caroline, el cual fue transmitido por las noticias griegas conmoviendo a todo el país. Pero ese mismo día agentes de la policía griega le solicitaron a Babis dirigirse con ellos a la estación pues habían arrestado a un nuevo sospechoso y necesitaban su ayuda para identificarlo.
Con esta excusa lo interrogaron durante 8 horas, hasta que finalmente se identificó él mismo como el autor del crimen.
Se dice que Anagnostopoulos le dijo a los oficiales que arrojó a Caroline sobre la cama y presionó su rostro contra una almohada hasta que se desmayó, antes de darse cuenta de que él la había matado.
Luego ahogó al perro de la familia en un área fuera de la casa y sacó la tarjeta de memoria de las cámaras de seguridad que rompió y tiró por el inodoro.
Después de que terminó su confesión, la policía dejó a Anagnostopoulos en compañía de dos psicólogos y luego anunció su culpabilidad al mundo en un comunicado.
Desde el momento de su confesión Anagnostopoulos ha permanecido en custodia de las autoridades, y se espera que durante todo su juicio que empezó este martes, permanezca recluido en prisión sin derecho a fianza.
La defensa del asesino espera argumentar en sus alegatos que el crimen se cometió en medio de una discusión de pareja y que todo el encubrimiento fue un intento desesperado de un padre que no quiere que su hija crezca lejos de él y sea traumatizada por el error que cometió.
Sin embargo, la Fiscalía está pidiendo cadena perpetua, pues afirman que el crimen se cometió de manera premeditada y que todas las acciones posteriores para encubrirlo así lo indican.
Señalan, por ejemplo, que a la cámara del circuito cerrado de televisión le quitaron la memoria horas antes de que Caroline muriera, y los datos de su reloj inteligente sugieren que ella estaba dormida cuando fue asfixiada por su esposo.
El otro punto a determinar en esta macabra historia es el destino de la pequeña Lydia, cuya custodia se define en un juicio paralelo al de su padre. Los abuelos de la menor, tanto paternos como maternos, están reclamando a la pequeña, y pese a las últimas revelaciones sobre la autoría del asesinato de Caroline, parecen guardar las intenciones de llegar a un acuerdo para compartir la custodia.
SEGUIR LEYENDO: