Una oleada de dimisiones sacude al diario prodemocracia Apple Daily de Hong Kong, al que las autoridades quieren acallar, y sus trabajadores dudan entre irse o quedarse hasta el último día de su publicación, bajo riesgo de enfrentar represalias del régimen chino.
El lunes por la tarde, el millar de empleados del tabloide, muy crítico con Beijing, supo la temida noticia: el Apple Daily tiene los días contados. Cuatro días después de una gran operación de allanamiento en la redacción, la detención de cinco de sus responsables y que sus activos fueran congelados, se reunió el consejo de administración del diario. El periódico, creado en 1995, decidirá el viernes si cierra.
Los jefes de las secciones reunieron luego al personal para darle la posibilidad de dimitir o de quedarse hasta el último día, sea cual sea, informaron a la agencia AFP tres trabajadoras presentes.
“Rápidamente decidí presentar mi carta de dimisión”, explicó Joanne, una periodista que sólo quiso dar su nombre. “El riesgo de ser detenida es real”.
El Apple Daily ha mostrado su apoyo firme durante años al movimiento pro democracia y nunca ha dejado de criticar abiertamente a los dirigentes chinos. El régimen de Xi Jinping, por su parte, siempre quiso ver desaparecer el rotativo.
La jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, defendió este martes las medidas tomadas contra el diario y rechazó las críticas de Estados Unidos sobre los ataques que sufre la libertad de prensa en el territorio.
“Criticar al gobierno de Hong Kong no plantea problemas, pero si existe la intención de organizar acciones incitando a la subversión (...) eso es algo diferente”, dijo Lam en una rueda de prensa.
Lam dijo que lo ocurrido con Apple Daily no era un ataque contra el “trabajo periodístico normal” y acusó al diario de socavar la seguridad nacional de China. Y cuando un periodista le pidió una definición del trabajo periodístico normal, Lam respondió: “Creo que usted está en una mejor posición que yo para responder a esa pregunta”.
Sin poder pagar los sueldos
El propietario del Apple Daily es el empresario Jimmy Lai, de 73 años, actualmente preso y condenado a varias penas de cárcel por su implicación en las manifestaciones pro democracia de 2019.
El 17 de junio, las autoridades congelaron los activos del diario en virtud de la controvertida ley de seguridad nacional en vigor desde hace casi un año. A raíz de ello, el medio afirma que no puede pagar a sus trabajadores ni a sus proveedores. Anunciantes y particulares han querido aportar su apoyo financiero al diario pero no pueden transferir dinero a las cuentas bancarias de la publicación.
Dos responsables del diario, el redactor jefe, Ryan Law, y su director general, Cheung Kim-hung, fueron inculpados de “colusión con un país extranjero” por artículos que, según la policía, pedían sanciones internacionales contra los líderes de China y Hong Kong.
Según el rotativo hongkonés South China Morning Post, la matriz de Apple Daily, Next Digital, decidirá este viernes si cerrar Apple Daily solicitará a la Oficina de Seguridad hongkonesa que libere parte de los 18 millones de dólares de Hong Kong (2,32 millones de dólares, 1,95 millones de euros) de tres compañías del grupo que fueron congelados la semana pasada, ya que necesita los fondos para pagar a sus 1.300 empleados antes de fin de mes.
De rechazar las autoridades esa petición, el diario -fundado en 1995- presentará un recurso judicial y, en el caso de que este tampoco tuviera éxito, colgará en su portal digital sus últimas noticias el viernes por la noche y lanzará su edición final el sábado por la mañana.
Las autoridades rechazan las acusaciones según las cuales actúan contra la libertad de prensa, pero no han querido precisar qué artículos van en contra de la ley de seguridad nacional.
El martes, el número de trabajadores del Apple Daily que habían dimitido no había trascendido, pero muchos de ellos fueron filmados la víspera con cajas de cartón en el exterior de las oficinas.
El servicio de informaciones financieras del diario y su edición inglesa también anunciaron que dejaba de aparecer. Una periodista, que sólo dio su nombre, Peggy, explicó que sus compañeros pasaron el lunes por la tarde para despedirse de los que decidieron irse. “Era como una ceremonia de entrega de diplomas pero siempre con alguien que lloraba”, contó Peggy, que presentó su dimisión y busca cambiar de profesión.
“Me quedaré hasta el último” número, afirmó Kitty de 40 años. Aunque aseguró que, si tiene la suerte de encontrar trabajo en otro diario, tendrá que tener “mucha más prudencia”.
Estas tres periodistas expresaron el orgullo de haber podido trabajar en el Apple Daily. Pensando en el futuro del territorio, Joanne se preguntó si le estará permitido “decir algo en lo que creo realmente y que puedo sostener en hechos”.
(Con información de AFP y EFE)
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