Dos tiktokers egipcias fueron condenadas hasta 10 años de prisión porque sus videos “violan los valores familiares” y “fomentan el tráfico de personas”.

Haneen Hossam y Mawada Aladhm junto con otras tres influencers fueron encontradas culpables de subir contenido “inapropiado” a las redes sociales. Organizaciones defensores de los derechos humanos denunciaron que el ataque de la justicia egipcia a la libertad de expresión

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Haneen Hossam y Mawada Aladhm
Haneen Hossam y Mawada Aladhm dos tiktokers condenadas por subir a redes "contenido inapropiada" y supuestamente incurrir en la "trata de personas".

Haneen Hossam y Mawada Aladhm, dos tiktokers egipcias, fueron condenadas por el Tribunal Penal de El Cairo a 10 y 6 años de prisión, respectivamente, por delitos asociados al tráfico de personas.

El veredicto, que incluyó una multa de 200 mil libras egipcias (USD 12.750), fue impartido a tres personas más a las que también se les impuso penas de 6 años por participar en el mismo delito.

Hossam y Aladhm fueron arrestadas el año pasado y condenadas a prisión en julio de 2020 por el Tribunal Económica de El Cairo después de que se les encontrara culpables de “violar los valores familiares egipcios e incitar al libertinaje”.

En enero de 2021 las jóvenes habían sido absueltas de los cargos de inmoralidad, sin embargo, la Fiscalía egipcia ordenó que regresaran a la prisión por otros cargos pendientes relacionados con el tráfico de seres humanos.

Según la Fiscalía, Hossam y Aladhm administraban cuentas de redes sociales con el objetivo de reclutar mujeres jóvenes para la plataforma de intercambio de videos Likee, y publicaban contenido de video considerado inapropiado por las autoridades. Todos estos cargos han sido negados reiteradamente por las jóvenes.

Mawada Aladhm influenciadora egipcia.
Mawada Aladhm influenciadora egipcia.

Junto con Hossam y Aladhm hay otras siete jóvenes que fueron arrestadas el año pasado por crear contenido para TikTok que es considerado por las autoridades como una “violación de los valores familiares”, al punto de propiciar la “tatra de personas e incitar al libertinaje”.

En los cargos contra Hossam, por ejemplo, están señalamientos por “alentar a las mujeres jóvenes a conocer hombres a través de las redes sociales”; también de supuestamente usar a menores de edad en sus videos de TikTok, y de tener un grupo de Whatsapp en el que recibían órdenes de explotar a otras chicas.

De ese supuesto grupo era parte Aladhm y las otras influenciadoras capturadas cuyo contenido en la red social china está catalogado como “indecente” por las autoridades egipcias.

Los cargos fueron presentados bajo las disposiciones de la controvertida ley de delitos cibernéticos de 2018 del país, que penaliza los actos que violan los valores familiares egipcios sin definir parámetros legales claros de lo que constituye un acto de violación de dichos valores. Los expertos legales y activistas argumentan que la cláusula vagamente redactada conduce a una criminalización injusta y se usa de manera desproporcionada para vigilar los cuerpos de las mujeres.

Los cargos de supuesto tráfico
Los cargos de supuesto tráfico de personas contra Haneen Hossam se basan en “alentar a las mujeres jóvenes a conocer hombres a través de las redes sociales”.

Los activistas también argumentan que las detenciones fueron motivadas inicialmente por la apariencia y la elección de vestimenta de las mujeres en las redes sociales, lo que viola sus derechos constitucionalmente protegidos a la libertad de vestimenta y expresión.

La condena ha sido interpretada por defensores de los derechos humanos como un ataque judicial al normal cambio de valores que los tiempos modernos imponen en la sociedad egipcia, y que estas jóvenes representan con su actividad en redes sociales.

Mawada Aladhm y Haneen Hossam,
Mawada Aladhm y Haneen Hossam, pagarán condenas de 6 y 10 años de prisión respectivamente.

Así lo manifestó el director de la Fundación de El Cairo para el Desarrollo y el Derecho, Entessar El-Saeed en declaraciones para Reuters a principio de año cuando las tiktokers volvieron a ser arrestadas tras la absolución de los primeros cargos de inmoralidad.

“Es pura libertad de expresión publicar vídeos en las redes sociales, pero la sociedad aún no comprende los cambios que están creando un entorno y una mentalidad completamente diferentes”, dijo entonces.

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