Cinco policías resultaron heridos y un joven perdió una mano durante una larga noche de violencia “extrema” en una zona rural de Bretaña (oeste de Francia), cuando los gendarmes intentaron evitar una fiesta ilegal con cientos de participantes.
“Ha habido una violencia extrema durante gran parte de la noche”, ya que los incidentes se extendieron “más de siete horas”, señaló este sábado el prefecto del departamento de Ile-et-Vilaine, Emmanuel Berthier, en una declaración a la prensa.
La fiesta se organizó a pesar del toque de queda vigente a partir de las 11 de la noche, el cual será levantado este domingo debido a la disminución de los casos de coronavirus en Francia.
“Desde anoche, no hay música”, pero “los individuos que participan en esta rave ilegal siguen presentes en el lugar”, dijo la prefectura a la agencia de noticias AFP.
Al llamamiento por redes sociales para la fiesta, en la localidad de Redon, las autoridades respondieron con el envío de varios escuadrones de gendarmes antidisturbios para evitar la concentración y confiscar equipos de sonido.
Después de varias idas y venidas por los alrededores de la localidad, unos 1.500 jóvenes intentaron concentrarse en un hipódromo para su fiesta, detalló el prefecto.
Algunos de los convocados arrojaron cócteles molotov y lanzaron petardos contra los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos.
“En este contexto de violencia extrema, un joven de 22 años ha perdido una mano”, explicó Berthier. Añadió que cinco agentes resultaron heridos, dos de los cuales fueron evacuados a un hospital.
Las autoridades habían emitido una orden de prohibición, temiendo que una fiesta rave pudiera reagrupar a “varios cientos de participantes”.
El evento había sido convocado en homenaje a un joven muerto en 2019 al caer a un río mientras huía de la intervención policial en una fiesta ilegal en la ciudad de Nantes.
En abril pasado, varios cientos de jóvenes se reunieron en el parque Buttes-Chaumont, en el distrito 19 de París, para divertirse desafiando las reglas vigentes por el coronavirus. La fiesta improvisada, cuando promediaba un domingo con temperaturas que rondaban los 20 grados en la capital francesa, finalizó cuando los oficiales del parque debieron despejar con silbatos a los reunidos, poco antes del inicio del toque de queda que en ese momento regía desde las 7 de la tarde.
Una discoteca al aire libre sin máscaras ni distanciamiento social: así reflejaban algunas imágenes de jóvenes que subían a sus redes sociales para compartir el momento. Poco después del inicio de la fiesta a cielo abierto, los guardias del parque intervinieron con calma para poner fin a la reunión ilegal. Los participantes se dispersaron justo antes del inicio del cierre del parque.
¿Cómo se controlan estas reuniones?
La policía interviene tratando de dispersar y evacuar a los reunidos. En todas partes, a orillas del Canal Ourcq o en las orillas del canal Saint-Martin, lugares que eligen los jóvenes en la capital francesa, la policía está a la guardia para intervenir, aunque reconoce cierta impotencia frente a los excesos.
Cada vez que se forma un gran grupo, se dispersa, en especial si rompen la regla de la burbuja o si están consumiendo alcohol en espacios públicos son las órdenes para policías y gendarmes.
(Con información de EFE, Europa Press y AFP)
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