Kim Jong-un afirmó que Corea del Norte debe prepararse para “el diálogo y la confrontación” con Estados Unidos, tras la llegada del demócrata Joe Biden a la presidencia, según informó la agencia estatal KCNA este viernes.
El jueves, durante una reunión del Comité Central del gobernante Partido de los Trabajadores, el dictador norcoreano resumió su estrategia para las relaciones con Washington y la tendencia política de la nueva administración estadounidense, indicó la KCNA.
En ese sentido, Kim Jong-un “destacó la necesidad de prepararse para el diálogo y la confrontación, y especialmente estar bien preparado para la confrontación a fin de proteger la dignidad de nuestro Estado” y garantizar un “entorno pacífico”, agregó la agencia noticiosa oficial.
Asimismo, el dictador “llamó a reaccionar rápida y claramente, a enfrentar la cambiante situación y a concentrar esfuerzos por tomar control estable de la situación en la península de Corea”.
El régimen de Pyongyang ya había acusado a Biden de seguir una “política hostil” y advirtió que sería un “gran error” del presidente de Estados Unidos decir que enfrentaría la amenaza del programa nuclear norcoreano “con diplomacia y disuasión”.
El antecesor de Biden, el republicano Donald Trump, provocó fuertes expectativas -aunque avanzó poco- con una serie de encuentros directos con Kim Jong-un, una política que Biden ha dicho que no seguirá a menos que los términos cambien dramáticamente.
En una visita a Washington en mayo pasado del presidente surcoreano Moon Jae-in, Biden adelantó que no se reuniría con Kim Jong-un a menos que haya un plan concreto de negociación sobre el arsenal nuclear de Pyongyang.
La Casa Blanca ha dicho que buscará un “abordaje político calibrado”, lo que en jerga diplomática se entiende como tener un bajo perfil y mantener la mente abierta. “Entendemos dónde los esfuerzos previos encontraron dificultades y hemos intentado aprender de ellos”, señaló un alto cargo de la Casa Blanca.
La nueva estrategia de Washington para Pyongyang descarta el “todo o nada” de Trump y la “paciencia estratégica” de Barack Obama, apostando por una vía intermedia que persigue el diálogo diplomático por fases y que busca reavivar las conversaciones sobre desnuclearización que permanecen estancadas desde 2019.
El régimen norcoreano, más aislado que de costumbre debido a sus esfuerzos para que el coronavirus no ingrese en su territorio, no ha respondido, al menos públicamente, a las peticiones que Washington lleva planteando desde febrero para retomar dichas negociaciones.
Días atrás el dictador norcoreano llamó al ejército de su país a mantener “una actitud de alerta máxima” para proteger los intereses nacionales ante el “rápido cambio de la situación” en la península.
Kim hizo este llamamiento en una reunión de la comisión militar celebrada en la víspera y en la que también se abordaron “tareas importantes para elevar todavía más la eficiencia de combate” de sus fuerzas armadas “acorde a las exigencias” de la situación, señaló la agencia de noticias KCNA, sin ofrecer más detalles al respecto.
En el encuentro también se habló sobre cuestiones organizativas, incluida la destitución y nombramiento de oficiales, dijo KCNA.
El pasado mes de mayo, Corea del Norte amenazó a Estados Unidos con “una crisis más allá de su control”, a través de unas declaraciones del director general de la Cancillería norcoreana a cargo de asuntos estadounidense, Kwon Jong-gun.
Las declaraciones se dieron en respuesta al primer discurso en el Congreso de Biden, en las que prometió que trabajará con sus aliados para afrontar la “seria amenaza que supone Corea del Norte” empleando la diplomacia y “la disuasión severa”.
Kwon afirmó que Biden “cometió una gran pifia” al referirse a Corea del Norte de esa manera, y señaló que “ahora que la nueva política” de Washington hacia Piongyang “está clara”, el régimen “se verá obligado a responder con las correspondientes medidas”.
El alto cargo norcoreano también señaló que Estados Unidos “se enfrentará a una crisis peor y más allá de su control en el futuro cercano” si decide afrontar sus relaciones con Pyongyang “con una política anticuada y con una perspectiva de la Guerra Fría”.
Para el régimen que lidera Kim Jong-un, el endurecimiento del tono que ha marcado la llegada al poder de Biden supone “un pretexto para sus actos hostiles”, según dijo Kwon.
El Ministerio de Exteriores del Norte también publicó otro comunicado en el que acusaba a Estados Unidos de “insultar la dignidad de su liderazgo supremo” por denunciar los abusos de derechos humanos por parte del régimen.
Con información de AFP y EFE
SEGUIR LEYENDO: