La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, cuya gestión de la pandemia de coronavirus ha sido considerada como la mejor del mundo, recibió este viernes su primera dosis de la vacuna de Pfizer contra la enfermedad de COVID-19, en plena campaña de inmunización que ha sido criticada por la lentitud en su despliegue.
“No quise ser la primera(...) pero también quise ser un ejemplo”, dijo Ardern a periodistas tras recibir su primera dosis en un centro de la ciudad de Auckland, la ciudad más poblada del país oceánico.
Hasta el momento, solo 340.000 de los más de 5 millones de habitantes han recibido las dos dosis de las vacunas contra el coronavirus, lo que equivale a un 7,7% de la población, según el cronograma de inmunización que comenzó el 20 de febrero pasado con los trabajadores de los puestos fronterizos y de los centros de cuarentena.
Tras vacunar a los trabajadores del sector sanitario y de empleos de riesgo de contagio, las autoridades sanitarias continúan con las personas vulnerables, y a partir del 28 de julio lo harán con el grueso de la población, de acuerdo al programa segmentado por edades que debe concluir antes de finales de año.
Al explicar la lentitud del despliegue, Ardern declaró a Radio New Zealand que su país es uno de los pocos que “ha optado por utilizar Pfizer como vacuna” que se “usará predominantemente para toda la población”.
“No muchos países están haciendo esto. Esto supone que tengamos cronogramas distintos de distribución”, añadió.
Nueva Zelanda, que mantiene sus fronteras internacionales cerradas desde marzo de 2020 y vive desde hace meses una práctica normalidad, ocupa el penúltimo lugar del ranking sobre la campaña de vacunación contra el COVID-19 que abarca a 115 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
“Es claro que nuestro despliegue de vacunas es un caos”, dijo a principios de mes el portavoz del opositor Partido Nacional en materia de la Respuesta a la pandemia, Chris Bishop, al alertar de que “es muy probable que la reapertura de la frontera sea aplazada debido a un retraso en la vacunación” de la población.
Nueva Zelanda acumula desde el comienzo de la pandemia un total de 2.358 contagios de coronavirus, que incluyen 356 casos catalogados como probables, y 26 fallecidos, así como 23 infecciones activas, todas ellas en los centros de cuarentena para viajeros.
(Con información de EFE)
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