Un trágico accidente sucedió en un paradisíaco lugar turístico de Reino Unido, cuando una mujer cayó unos 30 metros a su muerte desde un acantilado cuando trató de tomar un atajo para llegar a la playa.
La mujer era Tahira Jabeen, de Birmingham, quien habría muerto ante la mirada impotente de su hija adulta y varios testigos que hablaron con medios británicos relatando el momento.
Según estos testimonios, momentos antes de perder el equilibrio y caer por el acantilado, la mujer alcanzó a gritar “estoy bajando” como una señal a su hija para que estuviera tranquila mientras descendía hasta la playa por el “atajo” que había encontrado.
“La mujer estaba a unos 20 metros por el acantilado cuando se cayó. Decidió bajar por las rocas mientras su hija subía los escalones”, afirmó uno de los testigos.
La gente en el acantilado y en la playa le gritaba que se quedara quieta, pero ella no escuchó y siguió adelante.
“Las rocas se soltaban bajo los pies y luego ella simplemente rebotó. La hija de la mujer la vio caer. Es simplemente horrible”, contó otro.
El incidente tuvo lugar mientras la playa de Man O’ War, en Durdle Door cerca de Dorset (Reino Unido) estaba llena de gente el lunes, el día más caluroso del año hasta ahora.
Los guardacostas y la policía acudieron al lugar y mantuvieron alejados a los miembros del público mientras los paramédicos intentaban salvar a la mujer. Pero fue declarada muerta en el lugar alrededor de las 3.30 de la tarde.
Otra mujer, que se cree que es la hija de la víctima, también fue tratada por equipos de ambulancia por estar en estado de shock.
Un testigo dijo que las dos mujeres habían subido antes a la cima del acantilado y estaban bajando en ese momento.
“Estaba bajando por el acantilado pensando que podría llegar a la playa. Todo el mundo le decía que se detuviera y nadie podía hacer nada. Fue muy triste presenciarlo’', dijo Eleanor Edwards, una turista que ese día estaba en Durdle Door.
“Vimos la desafortunada visión de la pobre mujer tendida en el fondo del acantilado en la playa de Man O’ War con un par de paramédicos a su alrededor. Había otra dama que estaba acostada allí siendo atendida, se veía bastante traumatizada. Fue muy, muy desafortunado”, contó por su parte Michelle Attard que vio las consecuencias del accidente cuando salía de la playa en el lado del acantilado.
La playa donde ocurrieron los hechos es uno de los lugares turísticos más visitados de Durdle Door, en la Costa Jurásica de Inglaterra, por su playa y por su paisaje rocoso, que invita a aventureros a subir por sus empinadas montañas.
Pero esto ha venido acompañado de algunos accidentes. El verano pasado, por ejemplo, dos hombres jóvenes resultaron gravemente heridos tras saltar desde los 30 metros que tiene la parte superior del arco rocoso. En abril, otros dos saltadores de base fueron fuertemente criticados en redes sociales por filmarse haciendo el mismo salto al mar usando paracaídas.
Un autor de selfies que arriesgó su vida para hacerse una foto de sí mismo encaramado en lo alto de los mismos acantilados donde ocurrió la tragedia de ayer también fue objeto de críticas.
Y hace dos semanas, un adolescente tuvo que ser rescatado por los guardacostas después de quedarse atascado bajando por el empinado acantilado cubierto de hierba sobre Durdle Door.
Mientras tanto, el resultado fatal de las vacaciones de Tahira Jabeen fue recibido con mucho dolor por sus amigos y familia. Incluso, personas cercanas a ella empezaron una campaña para recaudar fondos en línea que ya ha recolectado 1,800 euros (USD 2,281).
En la página de donaciones la definen como: “una dama maravillosa muy querida y extrañada con un corazón de oro, Tahira Jabeen perdió la vida después de caer de un acantilado en Dorset mientras creaba recuerdos con su hija, dejando atrás a cinco hermosas niñas que no serán capaz de reemplazarla”.
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