Italia se sumó a la iniciativa seguida por algunos de sus vecinos europeos de permitir a quienes hayan sido inoculados con la vacuna de AstraZeneca en la primera dosis recibir la de Pfizer o Moderna para una completa inmunización.
La medida, adoptada por la Agencia Italiana del Fármaco (AIFA), llega después de que se prohibiera el uso del suero anglo-sueco para los menores de 60 años tras un caso de trombosis mortal.
“El llamado ‘cruce vacunal’ es algo que Alemania ha estado haciendo durante dos meses, y Francia y España también lo han hecho durante mucho tiempo. Es un procedimiento que ha dado buenos resultados, no son invenciones, sino evidencias y estudios científicos”, aseguró este martes el ministro de Salud, Roberto Speranza, en una entrevista en el diario La Stampa.
Su ministerio había indicado el pasado viernes que se iba a usar la vacuna de AstraZeneca solo en mayores de 60 años y que a los menores de esa edad que hubieran recibido la primera dosis del fármaco anglo-sueco se les inyectaría otro compuesto, después de la muerte de una joven de 18 años por una trombosis cerebral.
El farmacólogo Guido Rasi, exdirector de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y asesor del comisario extraordinario para la pandemia, el general Francesco Figliuolo, aseguró que no sólo no es peligroso, sino que, de hecho, “puede que sea beneficioso, porque es probable que el sistema inmunológico responda mejor a estímulos más amplios y diversos”.
El pasado abril, tras la aparición de algunos casos de trombos entre los vacunados con AstraZeneca, varios de ellos mortales, Italia anunció que priorizaría inyectar este ensayo a los mayores de 60 años, si bien esa “recomendación” no ha sido seguida mayoritariamente.
En las últimas semanas, numerosas regiones del país hicieron oídos sordos a esa indicación y organizaron jornadas de puertas abiertas a los jóvenes para aplicarles la vacuna de AstraZeneca, de la que se han administrado casi 9 de las 45 millones inyectadas en todo el país.
(Con información de EFE)
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