El gobierno alemán puso sobre la mesa este domingo la posibilidad de declarar el final de la obligatoriedad al uso de la mascarilla en un momento que el país está registrando mínimos de incidencia.
El país ha registrado en las últimas horas 1.489 casos y 18 fallecidos para un total de 17,3 casos por 100.000 habitantes, unos datos que invitan, en opinión de Lambrecht, a reconsiderar cierta relajación adicional de las restricciones.
En comparación, la incidencia de contagios fue de 24,7 la semana anterior, según los datos del Instituto Robert Koch (RKI), la agencia oficial alemana encargada del seguimiento de la pandemia. En las últimas 24 horas se verificaron 1.489 infecciones -frente a los 2.440 del domingo anterior- y un total de 18 víctimas mortales, un notable descenso de las 74 del domingo previo.
“Los líderes estatales van a tener que aclarar si el requisito de llevar mascarilla sigue siendo proporcionado conforme vayan cayendo las cifras y la incidencia se mantenga baja”, dijo la ministra de Justicia de Alemania, Christine Lambrecht, al periódico Bild am Sonntag.
Este lunes, el ministro de Salud, Jens Spahn, también habló sobre la posibilidad. “Gracias a la caída de la tasa de incidencia, podemos proceder por etapas; un primer paso podría ser el levantamiento del uso de la mascarilla en espacios exteriores”, dijo en una entrevista con el grupo de prensa Funke. “En las regiones con una tasa de incidencia muy baja y una elevada tasa de vacunación, esto podría alcanzar progresivamente a los espacios interiores”, añadió.
De hecho, el vicepresidente del Parlamento alemán (Bundestag), Wolfgang Kubicki, fue más allá y pidió directamente el fin completo de las mascarillas obligatorias a la luz de las cifras existentes. “Con una tasa de incidencia claramente inferior a 35, el estado no puede tener una restricción general de los derechos básicos para todos los ciudadanos”, indicó, antes de señalar que “las políticas deben depender de la responsabilidad ciudadana en lugar de reglas que digan todo el tiempo a la gente cómo deben actuar”.
En Alemania, el uso de mascarillas es obligatorio en los lugares públicos cerrados, el transporte público, los negocios y algunas calles muy frecuentadas.
Por otra parte, la campaña de vacunación se ha acelerado. Casi uno de cada dos alemanes (48,1%) ya ha recibido al menos una dosis, mientras que el 25,7% de la población está completamente inmunizada.
Alemania, como la mayoría de sus vecinos europeos, registra desde hace varias semanas una fuerte disminución de las infecciones de COVID-19, lo que ha permitido una flexibilización de las restricciones.
Desde el inicio de la pandemia se han notificado en el país 3,7 millones de contagios, de los cuales 3,5 millones son pacientes recuperados, mientras que la cifra de fallecidos se eleva a 89.834.
En la primera quincena de mayo, Estados Unidos levantaron la recomendación de usar mascarilla para personas vacunadas.
(Con información de Europa Press, AFP y EFE)
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