El Grupo de los Siete (G7) que conforman Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido ha pedido a Rusia que abandone su “comportamiento desestabilizador” y persiga unas relaciones “predecibles” con el grupo dentro de una serie de recomendaciones al Gobierno ruso emitidas tras la cumbre celebrada en Cornualles (Reino Unido).
Rusia, hay que recordar, era miembro del entonces G8 hasta que fue excluida de la organización por su papel en la guerra de Ucrania y después de que el grupo denunciara la anexión ilegal de Crimea por parte de Moscú, que defiende que se trató de una incorporación ratificada en referéndum. “Queremos reiterar nuestro interés en unas relaciones estables y predecibles con Rusia, con la que seguiremos dialogando en ámbitos de interés mutuo”, afirma el G7 en el comunicado.
Con todo, el G7 reitera su llamamiento para que Rusia “detenga su comportamiento desestabilizador y actividades malignas, incluida su interferencia en los sistemas democráticos de otros países y para cumplir con sus obligaciones y compromisos internacionales en materia de derechos humanos”.
En particular, piden a Rusia que investigue con urgencia “el uso de un arma química en su propio suelo” en referencia al ataque contra el opositor Alexei Navalny con el agente nervioso Novichok, que Rusia también ha negado, y “ponga fin a su represión sistemática contra la sociedad civil y los medios de comunicación independientes”.
Asimismo, también pide a Moscú que “identifique a aquellos dentro de sus fronteras que llevan a cabo ataques informáticos y otros delitos cibernéticos”.
Un “nuevo impulso” con Biden
Los líderes aprovecharon esta esperada reunión en persona para renovar sus lazos tras cuatro años de discordias con Donald Trump. Su sucesor en la Casa Blanca, Joe Biden, se esforzó por abrir un nuevo capítulo en la alianza occidental, bien recibido por sus socios.
“No es que el mundo haya dejado de tener problemas por la elección de Joe Biden como presidente de Estados Unidos. Pero trabajamos en soluciones a esos problemas con un nuevo impulso. Y creo que es muy bueno que hayamos concretado más en este G7”, afirmó la canciller alemana Angela Merkel.
La mayoría de líderes volverán a reunirse el lunes en Bruselas en una cumbre de la OTAN, antes de que Biden se dirija a su primera cita con el presidente ruso Vladimir Putin en Ginebra, prometiendo lanzar un mensaje de contundencia.
Pero antes, él y su esposa, Jill Biden, tomarán el té el domingo con Isabel II en el castillo de Windsor. Desde que subió al trono en 1952, la reina, de 95 años, se ha reunido con todos los presidentes estadounidenses, salvo Lyndon B. Johnson (1963-1969).
Encuentro con Putin
El presidente estadounidense prometió ser “muy claro” sobre sus desacuerdos cuando se reúna el miércoles en Ginebra con su homólogo ruso, Vladimir Putin. Distanciándose de la postura de su predecesor Donald Trump, Biden aseguró asimismo en rueda de prensa que Estados Unidos tiene una “obligación sagrada” de defender a sus aliados de la OTAN, con los que se reunirá el lunes en Bruselas.
La cumbre se desarrollará el próximo 16 de junio en Ginebra y EEUU ya adelantó que no habrá rueda de prensa conjunta. La fuente explicó que la Casa Blanca ha considerado que “una rueda de prensa a solas es el formato apropiado para comunicarse de forma clara con la prensa libre sobre los asuntos de los que se hable en la reunión”.
Afirmó que todavía están ultimando el formato del encuentro, pero confirmó que ambos celebrarán “una sesión de trabajo y otra más pequeña”.” Esperamos que esta reunión sea franca y directa”, dijo.
Este será el primer cara a cara entre Biden y Putin desde que el estadounidense llegó a la Casa Blanca en enero.
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