Un eclipse solar recorrió el cielo del hemisferio norte este jueves a lo largo de una franja de unos 500 kilómetros, desde Canadá hasta Siberia, pasando por Europa, donde fue parcial pero igualmente peligroso para la vista.
En la cúspide de este llamado eclipse anular, la Luna se desplazó lentamente delante del Sol, para transformarlo durante unos minutos en un delgado anillo luminoso, como un “círculo de fuego” en el cielo de junio.
Un espectáculo reservado para los pocos habitantes de las latitudes más altas, que se encontraban justo en el eje: noroeste de Canadá, extremo norte de Rusia, noroeste de Groenlandia y Polo Norte, donde la ocultación del disco solar fue de 87,8%, según precisó el Observatorio de París-PSL.
El eclipse anular también fue visible, pero sólo parcialmente, en el noroeste de América del Norte, gran parte de Europa, incluido España, Francia y Reino Unido, así como en parte del norte de Asia, ya convertido en un eclipse de atardecer.
En esas latitudes los entusiastas de la astronomía pudieron observar una fracción del Sol oscurecida por el disco negro de la Luna, al 20% en Londres, al 13,2% en París y al 4,8% en Madrid.
El eclipse duró unas dos horas.
No fue “muy espectacular”, pero fue interesante de observar, dijo el astrónomo Florent Delefie, del Observatorio de París.
En grandes ciudades canadienses como Toronto u Ottawa, donde el eclipse también cubrió el 80 % del Sol, el principal problema para observar el eclipse fueron las condiciones meteorológicas y encontrar un lugar sin obstáculos que permita observar el horizonte por donde saldrá el astro rey.
Pero en lugares como Iqaluit, la capital del territorio canadiense de Nunavut, en el Ártico, donde los edificios son bajos y no hay obstáculos naturales como montañas que bloqueen la vista del horizonte, la imagen fue espectacular.
Como en todos los eclipses, los expertos advirtieron que mirar directamente a la conjunción de cuerpos celestes durante el proceso de alineamiento es peligroso porque los rayos solares podían dañar la visión.
Este fue el primer eclipse anular del año 2021 y el decimosexto del siglo XXI.
Este fenómeno astronómico ocurre durante el período de la Luna Nueva, cuando la Tierra, la Luna y el Sol están perfectamente alineados.
Si el diámetro aparente de la Luna es menor que el del Sol, parte de la corona de fuego permanece visible.
Un eclipse total, que sumerge brevemente parte del planeta en la oscuridad, ocurre cuando el diámetro de la Luna coincide exactamente con el del Sol visto desde la Tierra.
El último eclipse total se produjo el 26 de mayo de 2021 y pudo observarse, aunque no en su punto máximo, en algunos países de América del Sur.
Este fenómeno, más raro, se observó notablemente en Francia en agosto de 1999.
(Con información de AFP)
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