Una “gigantesca” operación mundial contra la delincuencia, en la que las fuerzas del orden colocaron en secreto teléfonos encriptados, logró detener a más de 800 personas y permitió salvar más de 100 vidas, indicó este martes el Buró Federal de Investigaciones (FBI) estadounidense.
Un total de 17 países, liderados por el FBI, participaron en “una de las operaciones policiales más grandes y sofisticadas hasta la fecha en la lucha contra las actividades delictivas cifradas”, explicó el director adjunto de Europol, Jean-Philipe Lecouffe, en La Haya.
Las policías de Australia y Nueva Zelanda también informaron este martes de la detención de más de 800 personas en el marco de un operativo internacional contra las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico, asesinato y otros delitos. Se requisaron unos 700 lugares y más de 8 toneladas de cocaína.
La operación conjunta, que se llevó a cabo durante los últimos días, permitió a los agentes incautar también dos toneladas de drogas sintéticas, 22 toneladas de cannabis, aproximadamente 250 armas, 55 vehículos de lujo y 48 millones de dólares en diversas monedas y en criptomonedas, confirmó la agencia Europol.
El comisionado de la Policía Federal de Australia, Reece Kershaw, dijo a periodistas en la ciudad de Sídney que se cree que los presuntos criminales “son miembros de bandas de motociclistas, de la mafia australiana, de sindicatos delictivos asiáticos y de grupos delictivos graves y organizados”.
Las autoridades alegarán que “han estado traficando con drogas ilícitas en Australia a escala industrial”.
Las detenciones anunciadas este martes se dieron en el marco del operativo Ironside, que se apoyó en el uso de la aplicación encriptada AN0M para acceder a las comunicaciones cifradas utilizadas exclusivamente por la delincuencia organizada.
Mediante esta aplicación, usada por miembros del FBI de manera encubierta, presuntamente se accedió a mensajes que incluían tramas de asesinato, tráfico masivo de drogas y distribución de armas.
En Australia, se han detenido a unos 224 presuntos criminales en 525 registros policiales en todo el país, así como se han cerrado seis laboratorios clandestinos y evitado que se ejecuten 21 amenazas de muerte hasta la fecha, según el comisionado policial.
“Hemos detenido a los presuntos responsables de estos delitos. Hemos evitado los tiroteos y hemos frustrado la delincuencia grave y organizada confiscando sus riquezas mal habidas”, dijo Kershaw, quien recordó que Australia es un mercado ilegal atractivo para las mafias por el alto precio de la droga.
En virtud de este operativo, que comenzó en 2018, las autoridades policiales han decomisado hasta la fecha un total de 3,7 toneladas de drogas, 104 armas de fuego y unos 34,9 millones de dólares en efectivo.
La Policía australiana informó de que se esperan anuncios de otras detenciones en Australia y en una veintena de países en conexión con la operación Ironside.
“Hoy, el Gobierno australiano, en el marco de una operación mundial, ha asestado un duro golpe a la delincuencia organizada, no sólo en este país, sino que tendrá eco en todo el mundo”, dijo el primer ministro del país oceánico, Scott Morrison.
Por su lado, la Policía de Nueva Zelanda informó en un comunicado que detuvo a 35 presuntos criminales en todo el país, así como decomisó dinero en efectivo, drogas, vehículos, barcos, entre otros, en el marco del operativo, que calificó como el “más sofisticado del mundo contra el crimen organizado”.
El FBI, junto a la Policía Federal de Australia, “desarrolló estratégicamente y operó de forma encubierta una empresa de dispositivos cifrados, llamada ANOM” que dio servicio a más de 12.000 de estos aparatos de más de 300 grupos criminales que operan en más de 100 países, confirmó Europol.
Con información de EFE y AFP
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