Un centenar de civiles pertenecientes a las milicias antiyihadistas Voluntarios para la Defensa de la Patria fueron asesinados la noche del viernes al sábado en la localidad de Solhan, al norte de Burkina Faso, en el ataque más sangriento registrado en este país africano desde el inicio en 2015 de una ola de violencia terrorista, informaron fuentes de los servicios locales de seguridad.
“La noche del viernes al sábado, individuos armados llevaron a cabo una incursión asesina en Solhan, en la provincia de Yagha. El balance, aún provisional, es de 100 personas muertas, hombres y mujeres de edades diversas”, dijo a la AFP una fuente de los servicios de seguridad. Según otras fuentes locales, el ataque tuvo primero por objetivo un puesto de apoyo civil al ejército y después las casas de los habitantes, que fueron ejecutados.
A través de un comunicado, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se mostró “indignado” por la masacre, al hablar de los ataques más mortíferos desde que estalló la violencia islamista en el país de África occidental en 2015. “El secretario general está indignado por la matanza, a primera hora de hoy, de más de un centenar de civiles, entre ellos siete niños, en un ataque perpetrado por asaltantes no identificados contra una aldea de la provincia de Yagha, en la región del Sahel de Burkina Faso”, dijo Stephane Dujarric, su vocera.
El ataque comenzó a última hora del viernes y ha seguido a lo largo de esta mañana en la ciudad de Solhan. “Todavía continuamos escuchando explosiones. El Ejército está interviniendo”, indicaron testigos de los enfrentamientos.
Solhan está a 14 kilómetros de Sebba, la capital de la provincia y ha sido escenario de varios incidentes desde principios de año. El 13 de febrero, el segundo adjunto del alcalde de de la ciudad fue secuestrado durante tres semanas por un grupo de bandidos, de quienes terminó escapando.
Los Voluntarios para la Defensa de la Patria son una milicia que lucha contra los asaltantes yihadistas que han sembrado el terror en las zonas rurales de Burkina.
Organizaciones humanitarias locales, como el Observatorio para la Dignidad Humana, denuncian que el grupo ha actuado en ocasiones como “escuadrones de la muerte, sembrando desolación bajo la enseña de la lucha contra el terrorismo al perpetrar ejecuciones sumarias de civiles, especialmente de la etnia fulani, también llamada peul.
El pasado abril, dos españoles y un ciudadano irlandés fueron asesinados por un grupo armado en el este de Burkina Faso.
La ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Gobierno de España, Arancha González Laya, informó en conferencia de prensa que los cadáveres de los españoles fueron encontrados en la zona del ataque. Fueron identificados como David Beriáin y Roberto Fraile, ambos periodistas que realizaban un documental.
Las tres víctimas y un miembro de las fuerzas de seguridad burkineses se encontraban en paradero desconocido tras un ataque ejecutado por personas armadas no identificadas contra una patrulla mixta de la unidad contra la caza furtiva en la provincia de Kompienga (sureste).
Los medios locales habían informado de que dicho ataque dejó tres heridos y cuatro desaparecidos, pero posteriormente se confirmó que los dos españoles y el irlandés fueron ejecutados por sus captores.
El ataque, perpetrado cerca de la localidad de Pama, capital de la provincia, se saldó además con el robo de armamento y equipamiento por parte de los asaltantes. Entre el material se encuentran dos ametralladoras montadas sobre un vehículo, un dron, doce motocicletas y receptores de frecuencia.
El este y el norte de Burkina Faso han sufrido un aumento de la inseguridad durante los últimos años, especialmente a causa del repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas, entre ellos la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), que han provocado además un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.
Se cree que fuerzas insurgentes retienen a rehenes extranjeros en Burkina Faso, Malí y Níger.
(Con información de AFP, Europa Press y Reuters)
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