La policía francesa desmanteló este viernes un campamento con varios cientos de migrantes que se había establecido en un barrio de las afueras de la ciudad de Calais, el principal puerto de conexión con Gran Bretaña.
La Prefectura (delegación del Gobierno) explicó en su cuenta de Twitter que la operación comenzó a las 6 de la mañana “por instrucción del Ministerio del Interior” y sobre la base de una decisión judicial.
La evacuación de las alrededor de 600 personas -según las cifras que habían dado las autoridades- se llevó a cabo en el barrio de Virval, cerca del hospital de Calais, en unos almacenes donde habían encontrado refugio desde hacía unos meses.
Los migrantes fueron dirigidos por las fuerzas del orden a una docena de autobuses para ser enviados a diferentes centros de acogida del departamento de Pas de Calais.
La Prefectura afirmó en un comunicado, en el que señaló que en las naves vivían una treintena de niños, que antes de la evacuación se había propuesto a los ocupantes su traslado a diferentes albergues.
El propietario de las naves había presentado una denuncia por la ocupación, lo que había dado lugar a una orden de expulsión.
El martes por la noche se produjo una pelea con arma blanca en la que estuvieron implicadas unas treinta personas.
La alcaldesa de Calais, Natacha Bouchart, y el presidente de la región, Xavier Bertrand, habían reclamado al Gobierno la evacuación de ese campamento para evitar que se reconstituyera en la ciudad una implantación de grandes dimensiones como la que hubo en el exterior de la ciudad, conocida como “la jungla”.
(Con información de EFE)
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