El aumento de casos de COVID-19 en el Reino Unido, a pesar de que la mitad de los adultos han recibido las dos dosis de la vacuna, amenaza el plan de desescalada previsto desde el 21 de junio y castiga al importante sector turístico. La variante Delta del coronavirus, detectada por primera vez en la India, ya es la predominante en el país, donde los casos se han duplicado en la última semana a pesar del avance de la campaña de inoculación.
El Reino Unido registró 6.238 nuevos casos de coronavirus, la mayor cifra diaria desde el 25 de marzo. Además, las autoridades sanitarias reportaron otras 11 muertes. En Inglaterra, el número R, que mide la velocidad de duplicación del virus, ha aumentado ligeramente hasta situarse entre 1 y 1,2, según las últimas cifras publicadas por el Grupo de Asesoramiento Científico para Emergencias (Sage).
Matt Hancock, secretario de Salud, afirmó que el Gobierno “siempre esperó que los casos aumentaran” al relajarse el confinamiento. “Lo crítico es el impacto en el número de personas hospitalizadas por determinado número de casos. Ese vínculo empezó a romperse con la vacunación, pero aún no se ha cortado del todo. Es una de las cosas que estamos observando con mucha atención, y es demasiado pronto para decir cuál será la decisión antes del 21 de junio, pero nos aseguraremos de que la gente lo sepa con tiempo”.
El Gobierno británico ha fijado el 21 de junio para la supresión de todas restricciones, pero será recién el 14 de junio cuando las autoridades decidirán si avanzan o postergan la medida, aclaró este viernes a la cadena BBC el ministro de Comunidades, Robert Jenrick.
El turismo, en duda
El temor a la entrada de variantes ha llevado al Reino Unido a aplicar fuertes restricciones a los viajes internacionales y a retirar el jueves, de manera inesperada, a Portugal del grupo de destinos extranjeros considerados de bajo riesgo de COVID-19, por considerar que hubo un incremento de los contagios. Mantuvo a España fuera de la llamada “lista verde” de bajo riesgo y la dejó en “ámbar” (riesgo intermedio), que requiere de una cuarentena de diez días y dos PCR al regresar al Reino Unido, aunque la próxima revisión británica sobre los viajes internacionales se hará en tres semanas.
La incorporación de Portugal a la lista “ámbar” ha provocado el malestar de las compañías de viajes y de los turistas que están en ese país. En declaraciones al canal Sky News, el presidente del Consejo Nacional de la Salud de Portugal, Henrique Barros, calificó de “exagerada” la reacción del Ejecutivo británico e insistió en que la situación epidemiológica en su país es “relativamente estable”.
Barros dijo que el alza de casos se ha producido entre los menores de 40 años y que la incidencia es baja entre los mayores de 50 años, mientras que las hospitalizaciones son “muy bajas”, de menos de 25 personas por cada millón de habitantes.
El ministro de Comunidades británico admitió, por su parte, que la situación es “frustrante” para los viajeros, pero insistió en que el Gobierno ha sido claro de que la “lista verde” podía cambiar. ”Estos países son revisados cada tres semanas, así que siempre hay un riesgo en una situación de rápido movimiento con las nuevas variantes”, insistió Jenrick, que vinculó la retirada de Portugal a la aparición de una mutación, identificada en Nepal, de la variante Delta.
(Con información de EFE)
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