Tensión entre España y Marruecos: el líder del Frente Polisario declaró en Logroño y negó las acusaciones en su contra

Brahim Ghali dirige una milicia saharaui, está acusado de varios crímenes y fue hospitalizado con coronavirus. Reclaman que se lo envíe a prisión, pero la Fiscalía se limitó a pedir que facilite un teléfono y un domicilio para poder ser localizado

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En la imagen, el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. EFE/Javier Martín/Archivo
En la imagen, el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. EFE/Javier Martín/Archivo

El líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, negó cualquier implicación en las graves violaciones de Derechos Humanos que le atribuyen las dos querellas presentadas en su contra, durante la declaración que tuvo lugar este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.

Ghali, declaró por videoconferencia desde el Hospital de San Millán-San Pedro (Logroño), donde está ingresado por complicaciones derivadas de la COVID-19 desde el pasado 18 de abril, estaba citado por una querella formulada por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) y por otra presentada por el activista saharaui Fadel Breica.

La ASADEDH acusó a Ghali y otras 27 personas por el maltrato al que habrían sometido a prisioneros de guerra y a los propios ciudadanos saharauis, “especialmente” a los de origen español, además de por genocidio en concurso con delitos de asesinato, lesiones, detención ilegal, terrorismo y desapariciones.

En cuanto a Fadel Breica, lo acusó por delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad. Aseguró que cuando llegó a los campamentos de Tinduf en abril de 2019 fue amenazado por miembros del Frente Polisario para que los abandonara bajo la acusación de traidor, y acabó siendo detenido en un centro no identificado, donde se le sometió a torturas.

La gente protesta contra Brahim Ghali, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro), frente al Tribunal Superior español en Madrid, España, junio 1 de enero de 2021. REUTERS / Sergio Pérez
La gente protesta contra Brahim Ghali, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro), frente al Tribunal Superior español en Madrid, España, junio 1 de enero de 2021. REUTERS / Sergio Pérez

“El presidente Ghali ha explicado que su participación, como ministro de Defensa en aquella época, no tenía ningún tipo de responsabilidad ni de acción en la conducta que se le imputaba por parte de las acusaciones”, dijo su abogado, Manuel Ollé, en declaraciones a la prensa al término de la comparecencia judicial.

Los querellantes, por su parte, solicitaron al juez que adopte medidas cautelares contra el líder saharaui para garantizar que permanece en España. En concreto, reclamaron que se le retire el pasaporte y ordene su ingreso en prisión provisional. La Fiscalía se limitó a pedir que facilite un teléfono y un domicilio para poder ser localizado.

Pedraz respondió en dos autos rechazando las medidas cautelares al considerar que “no puede apreciarse riesgo de fuga alguno”. “No consta dato alguno para apreciar que el investigado pueda o quiera sustraerse a la acción de la justicia”, dijo.

Un manifestante sostiene una pancarta durante una protesta contra Brahim Ghali, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro), frente al Tribunal Superior de Justicia de España en Madrid, España, 1 de junio de 2021. REUTERS / Sergio Perez
Un manifestante sostiene una pancarta durante una protesta contra Brahim Ghali, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro), frente al Tribunal Superior de Justicia de España en Madrid, España, 1 de junio de 2021. REUTERS / Sergio Perez

En este sentido, llamó la atención sobre el hecho de que “en cuanto ha tenido conocimiento de los hechos investigados se ha apersonado en la causa y ha accedido a la práctica de su declaración, incluso a la vista del estado de salud en el que se encuentra, que bien le hubiera permitido a su defensa solicitar posponer la declaración”.

Asimismo, señaló que “no puede seguirse que pueda ocultar, alterar o destruir fuentes de prueba relevantes para el enjuiciamiento, máxime a la vista de la fecha de los hechos investigados y que no se ha solicitado diligencia de prueba alguna y menos aún que el mismo pueda actuar contra bienes jurídicos de víctima alguna”.

<u><b>SIN INDICIOS</b></u>

Pedraz apuntó igualmente que “el informe de la acusación (...) no ha suministrado elementos siquiera indiciarios que avalen la existencia de motivos bastantes para creerle responsable de delito alguno”.

De acuerdo con el magistrado de la Audiencia Nacional, en dicho informe solamente se indica que se trata de delitos muy graves y se advierte de que podría fugarse porque ingresó en el hospital de Logroño de forma “extravagante” con una supuesta documentación falsa, algo que recalca el instructor “no consta”.

Por todo ello, decidió que “no ha lugar a decretar la prisión provisional ni otro tipo de medida cautelar personal” contra Ghali, aunque sí requirió a su representante legal para “aporte un domicilio y teléfono en España a fin de estar localizado”.

Manuel Olle, abogado de Brahim Ghali, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro), habla con los medios de comunicación fuera de la Audiencia Nacional. en Madrid, España, 1 de junio de 2021. REUTERS / Sergio Perez
Manuel Olle, abogado de Brahim Ghali, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario (Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro), habla con los medios de comunicación fuera de la Audiencia Nacional. en Madrid, España, 1 de junio de 2021. REUTERS / Sergio Perez

El abogado de Ghali se había mostrado “optimista” sobre las medidas cautelares, afirmando que adolecían de “falta de solidez”. “Es como solicitar ahora, de acuerdo con lo que hay en los autos, que se ponga a nevar en Madrid”, ilustró.

<u><b>“FINES POLÍTICOS”</b></u>

Con todo, Ollé entiende que la comparecencia judicial “ha ido muy bien” porque “se ha demostrado que son absolutamente falsos los hechos que han sido objeto de la acusación contra él”.

Así, atribuyó las acusaciones contra Ghali a “fines políticos”, “para tratar una vez más de minar la credibilidad del pueblo saharaui y su lucha en el camino hacia la autodeterminación que le corresponde”.

EFE/Ernesto Mastrascusa
EFE/Ernesto Mastrascusa

“Se ve que se ha tratado, aprovechando que estaba aquí, de utilizarlo como un trofeo o como una presa política”, denunció. Por ello, adelantó que solicitará el sobreseimiento libre de las actuaciones y la condena en costas de las acusaciones al estimar que actuaron con “mala fe” y “temeridad”.

<u><b>“MUY DÉBIL”</b></u>

El letrado de la defensa destacó que Ghali hizo “un tremendo esfuerzo” por comparecer “voluntariamente” ante la justicia española, recalcando que sigue “muy débil”.

Interrogado sobre cuánto tiempo permanecerá su cliente en España, indicó que habrá que esperar a que Pedraz resuelva. “Y, a partir de ese momento, (Ghali) decidirá lo que tenga por conveniente. Él está débil de salud y, en cuanto esté fuerte, él decidirá lo que tenga que hacer”, concluyó.

REUTERS/Ramzi Boudina/File Photo
REUTERS/Ramzi Boudina/File Photo

Además, aprovechó para aclarar que entró en España con su pasaporte y subrayar que, a su llegada, “estaba más cerca de la muerte que de la vida”.

<u><b>CONFLICTO CON MARRUECOS</b></u>

La crisis entre los dos países comenzó cuando España dejó ingresar a Ghali al país para tratarse por coronavirus. Marruecos recriminó esta acción y la diplomática española, Arancha González Laya, justificó diciendo que fue “por razones humanitarias”.

En Marruecos, esta crisis con España ocupa desde hace días todas las portadas, y los líderes de distintos partidos políticos se turnan para criticar a las autoridades españolas por haber dado acogida a Ghali, al que califican de terrorista, criminal de guerra y hasta emigrante ilegal por su presunta entrada en España con documentos falsificados, como sostiene Rabat.

“La crisis no se reduce a un hombre: no comienza con su llegada, ni terminará con su partida. Se trata, ante todo, de una cuestión de confianza y de respeto mutuo rotos entre Marruecos y España (...) Las legítimas expectativas de Marruecos van más allá: comienzan con una aclaración, sin ambigüedades, por parte de España, de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones”, dice el comunicado de Exteriores marroquí.

El ministro marroquí de Exteriores, Nasar Burita, durante la entrevista concedida a Efe el pasado 1 de mayo. EFE/Fatima Zohra Bouaziz
El ministro marroquí de Exteriores, Nasar Burita, durante la entrevista concedida a Efe el pasado 1 de mayo. EFE/Fatima Zohra Bouaziz

Es la primera vez que Marruecos “aparca” de manera clara el destino inmediato de Brahim Ghali para trasladar la crisis al terreno puramente político, al considerar que en España “hay connivencia con los adversarios del Reino (el Frente Polisario)”, y el caso Ghali “ha revelado las actitudes hostiles y las estrategias perjudiciales de España hacia la cuestión del Sáhara marroquí”.

En el comunicado de hoy, el Gobierno marroquí quiso recordar también las numerosas ocasiones en que se negó a prestar su apoyo al separatismo catalán en los años más complicados, los que precedieron al referéndum de autoderminación ilegal del 1 de octubre de 2017, y así afirmó que “durante la crisis catalana, Marruecos no optó por la neutralidad, sino que fue uno de los primeros en ponerse del lado de la unidad nacional de su vecino del norte de forma clara y contundente”.

Tras ofrecer varios ejemplos al respecto, el comunicado también detalla otros casos de mano tendida hacia España en distintas crisis pesqueras, económicas o migratorias, y subraya que “Marruecos no tiene ningún problema con los españoles, sus ciudadanos, sus operadores económicos, sus actores culturales y sus turistas, que son bien acogidos como amigos y vecinos”.

(con información de EFE y EP)

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