Alexei Navalny pidió este lunes a un tribunal ruso que ordene el cese de las revisiones nocturnas que los guardias le hacen a su celda cada hora en la colonia penitenciara de Pokrov, ubicada a 180 kilómetros al este de Moscú, donde se encuentra detenido.
Hablando al tribunal por video, el líder opositor ruso insistió en que no ha hecho nada que amerite la designación de un riesgo de fuga, lo que ha llevado a las autoridades penitenciarias a ordenar esas revisiones que le privan del sueño al activista.
“Simplemente quiero que dejen de venir a despertarme todas las noches”, declaró Navalny en imágenes transmitidas por la televisora independiente Dozhd TV. “¿Que hice? ¿Salté una cerca? ¿Cavé un túnel? ¿Le arrebaté la pistola a un guardia? Explíquenme por qué me consideran un riesgo de fuga”.
Argumentó, además, que la acción de despertarlo a cada hora “equivale a tortura” y le dijo al juez que él “enloquecería en una semana” si fuese víctima de semejante tratamiento.
El tribunal, en tanto, aplazó la continuación de la audiencia hasta el miércoles.
Navalny, el más destacado de los críticos del presidente Vladimir Putin, fue arrestado en enero al regresar de Alemania donde estuvo cinco meses recuperándose de un intento de envenenamiento, atentado del cual culpa a las autoridades rusas, pero principalmente al propio Putin. El Kremlin, no obstante, niega esas acusaciones.
En febrero, un tribunal lo sentenció a dos años y medio de cárcel por violar las condiciones de una libertad condicional que data de 2014 por un caso de malversación de fondos, que Navalny califica de persecución política.
El líder opositor se declaró en huelga de hambre en protesta por la falta de atención médica en la cárcel donde sufría de dolores de espalda y entumecimiento en las piernas. Después de varios días levantó la protesta cuando las autoridades le facilitaron dicha atención ante la creciente presión internacional.
Estando en huelga de hambre, Navalny fue trasladado de la colonia penal donde estaba al este de Moscú al ala hospitalaria de otra prisión en Vladimir, una ciudad a 180 kilómetros (110 millas) al este de la capital.
La semana pasada, las autoridades dijeron que el líder opositor está “más o menos recuperado” tras su huelga de hambre de 24 días. “Su salud está más o menos recuperada normalmente (...) Su peso ya es de 82 kilos”, declaró el director de los servicios penitenciarios (FSIN) Alexander Kalashnikov. “Come con normalidad, puede comunicarse con su familia”, añadió, citado por la agencia oficial TASS.
Navalny fue visto por última vez el pasado mes de abril, cuando apareció muy demacrado en una videoconferencia en el tribunal, lo que provocó una gran preocupación por su estado de salud.
Con Navalny en la cárcel, la fiscalía le ha pedido a un tribunal de Moscú designar como entidades extremistas a su Fundación para la Lucha contra la Corrupción y oficinas regionales adscritas. La cámara baja del parlamento, controlada por afines del presidente ruso, aprobó rápidamente una propuesta para impedir candidaturas de todo miembro, partidario o donante de alguien que sea declarado un “extremista”.
Las medidas simultáneas son ampliamente consideradas un intento del oficialismo por impedir que aliados de Navalny se postulen en las elecciones parlamentarias de septiembre.
La semana pasada Navalny denunció que es objeto de tres nuevas causas penales, en momentos en que aumenta la presión contra su movimiento y sus seguidores. El opositor indicó en su cuenta de Instagram que es acusado del desvío de “todas las donaciones” hechas a su organización anticorrupción, así como de la creación de un grupo “que atenta contra los derechos de las personas” y de insulto a una jueza durante un reciente proceso.
También está acusado de crear una organización no comercial y alentar a los rusos a no realizar “sus deberes cívicos” al publicar una investigación sobre la supuesta riqueza de Putin, dijo Navalny, quien en enero pasado lanzó una investigación sobre un palacio del Mar Negro que los magnates rusos supuestamente construyeron para el presidente ruso, que ha acumulado más de 116 millones de visitas en YouTube. Putin, no obstante, niega que el palacio sea suyo.
Con información de AP
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