El escritor chino-australiano Yang Hengjun, quien fue detenido en 2019 en China y juzgado la semana pasada a puerta cerrada acusado de espionaje, defendió ante el juez su total inocencia y denunció que fue torturado, explicó él mismo en un mensaje enviado a sus familiares mientras espera su sentencia.
El Tribunal Popular Intermedio Número 2 de Pekín pospuso hasta una fecha no detallada el anuncio de la sentencia contra Yang Hengjun, quien podría ser condenado a pena de muerte por cargos de espionaje los cuales no fueron precisados por las autoridades chinas.
Tras la vista del pasado jueves, Yang, un antiguo funcionario del Ministerio chino de Exteriores, transmitió un mensaje a sus familiares y seguidores, al que tuvo acceso la prensa australiana, asegurando que solamente es un escritor que promueve “el Estado de derecho, la democracia y la libertad”.
El novelista, de 56 años, explicó que se reunió con el juez el lunes, antes de la vista, e hizo una petición para que se excluyeran los registros de su interrogatorio por considerar que son ilegales ya que se obtuvieron bajo “tortura” y con cámaras ocultas, según la carta a la que tuvo acceso el diario Sydney Morning Herald.
Asimismo, Yang estuvo en internamiento en aislamiento, una forma de detención informal sin representación legal habitual en China contra disidentes y críticos durante seis meses en 2019, y Australia se quejó en repetidas ocasiones de las condiciones en las que estuvo detenido.
La defensa legal de Yang había denunciado anteriormente que las autoridades chinas le torturaron para forzar una confesión y que estuvo detenido varios meses en un lugar desconocido “sin aire fresco o luz natural”, mientras Pekín asegura que garantiza sus derechos y advirtió a Australia que respete su soberanía judicial.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Zhao Lijian aseguró el año pasado que todos los derechos de Yang fueron garantizados, al rechazar las acusaciones de tortura, una técnica que está prohibida en el país asiático.
El tribunal que juzgó a Yang denegó la semana pasada el acceso al juicio al embajador de Australia en China, Graham Fletcher, quien explicó que la excusa esgrimida por la corte fue la situación pandémica, mientras que el Ministerio de Exteriores le había comunicado previamente que la vista sería a puerta cerrada por tratarse de un juicio que incluía cuestiones de seguridad nacional.
Yang, nacido en China y que obtuvo posteriormente la nacionalidad australiana, residía con su familia en Nueva York cuando a principios de 2019 fue detenido en la ciudad china de Cantón cuando realizaba una escala de camino a Australia.
Además de Yang, China mantiene bajo custodia a la presentadora chino-australiana del canal de televisión estatal CGTN Cheng Lei, a quien detuvo en agosto del pasado año y arrestó formalmente en marzo de este año “por sospechas de que suministrara secretos de Estado al extranjero”.
Australia y China atraviesan un complicado momento en sus relaciones, con tensiones no solo diplomáticas, sino también comerciales.
(con información de EFE)
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